Capítulo IV

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-!!Feliz cumpleaños a ti!! Feliz cumpleaños querida Hannah, feliz cumpleaños a ti.- Cantaron los tres.

-¿Quién les dijo que levantarme con un pastel y cantando me iba a hacer feliz?.- Dije adormilada.

-James.- Dijo Lucas.

-Está bien.- Bromeé.

Todos reímos.

-Sólo porque estoy feliz se las voy a pasar.- Dije estirándome.

Los tres se miraron entre sí, y luego me miraron con duda.

-¿Feliz por qué?.- Preguntó mi madre.

-Porque es su cumpleaños.- Dijo Max.

-¿Crees que va a estar feliz por eso?.- dijo Lucas.

Les enseñé el collar que me regaló Frederick.

-¿Quién te lo dió?.- Dijeron los tres.

-¿Pues quién va a ser?.- Dijo Lucas.- Nada más y nada menos que James.

Asentí, mi mamá y Max se quedaron con la boca abierta.

-Está hermoso.- Dijo mi madre.

Solo sonreí y miré el collar.

-Se nota que te encantó.- Dijo Max.

-Ya ningún regalo la va a hacer más feliz que éste.- Dijo Lucas.

-Claro que no, me gustan todos mis regalos.- Dije rápido.

Enseguida me dieron un sobre con dos boletos de cine- la película la podía elegir yo y el día-. Los abracé y les di un beso en la mejilla a cada uno.

Mi mamá dejó el pastel en la mesita y los tres me dieron un abrazo, los abracé como pude.

Sonó mi celular y todos nos separamos.

-!!Feliz cumpleaños!!

-Gracias Mine.

-¿Vas a hacer algo hoy?.- Dijo Jasmine.

Miré a mis hermanos y solo se encogieron de hombros.

-No sé, ¿Por qué?.

-Excelente. Voy a ir a tu casa hoy.- Dijo emocionada.

-Está bien, aquí te espero.- Le dije bostezando.

Me colgó y los miré a los tres confusa.

-No te emociones tanto.- Me dijo Lucas.

Reímos.

Tocaron el timbre y bajó mi mamá. Me quedé con mis hermanos y me abrazaron.

-Me voy a bañar.- Les dije separándome.

-Ok, te dejamos.- Dijo Max.

Me terminé de bañar, me cambié, me maquillé y bajé, no pude creer quién estaba ahí, creo que todos nos sorprendimos- excepto Lucas- lo bueno que me había arreglado.

-!!Feliz cumpleaños mi Han!!.- Dijo Frederick.

-¿Desde cuando es Han?.- Dijo Max con una ceja enarcada.

-Déjalo.- Le dije dándole un golpe en el brazo.

Lucas se limitó a sonreír.

Traía un ramo gigante de rosas, azules obvio.

-¿Son para mí?.- Le dije emocionada.

-No, son para el perro.- Dijo Lucas sarcásticamente.

Todos nos reímos.

Cuando se Marchiten las Flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora