Valensys | Aemond Targaryen. (EN REMODELACIÓN)

𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜

Dragon Pit.

El carruaje que los transportaba se detuvo entre un gentio enorme que aguardaban por su presencia, sus padres descendieron con la ayuda de Sir Erryk y cuando quiso ayudar a la monarca fue detenido por una cabellera increíblemente rubia y reconocible.

Daemon se asomó por la puerta con una sonrisa socarrona.

— Tenemos que descender, su majestad. está aguardando por usted una multitud desagradable que desea despedazarla como un trozo de carne cara.

— Tus comparaciones me animan aún más, siempre he deseado ser vista como un simple objeto de placer contemporáneo y ser sexualizada al llevar unas tetas y una vagina pegadas a mi anatomía.

— Yo te veo como una mente brillante que incluso me asusta, pero solo los intelectuales saben que eres mas que una cara bonita, baja ya.

Visenya sujetó su mano con una sonrisa para poder descender los peldaños hasta que sus pies tocaron el suelo con firmeza.

Daemon, con travesura quitó la corona de su cabeza y la colgó de su brazo contrario mientras se dirigían a la gran construcción.

— ¿Osas quitarle la corona tan descaradamente a una reina, Daemon, principe canalla?

— ¿Me estás diciendo canalla por mi apodo o porque no toleras que juegue contigo?

— ¿Enserio quieres averiguarlo?

Rió, lo bastante entretenido de poder volver a bromear con alguien de esa manera.

— Tenemos una especial para usted, majestad. así que le agradecería cerrara su boca y solo sonriese como si amara este pueblo de mierda.

Cuando atravesaron las puertas unas trompetas comenzaron a sonar, El hombre maldijo en voz alta a los sujetos por el horrido sonido que por poco reventaba sus tímpanos.

Daemon aprovechó la situación para analizar a la gente y sus comentarios, todos estaban increíblemente amontonados como pulgas buscando ver a la monarca, amontonados.

— Es lo que peor hago.

— ¿Abrir la boca? — cuestionó en una sonrisa.

— Al contrario.

Sus carcajadas sorprendieron a la plebe, las miradas fueron más intensas gracias a su actitud hilarante mientras se iban acercando al septón supremo, no podía creerlo, había olvidado su humor tan obsceno.

Daemon la dejó frente a el, a su costado el Rey Viserys, Otto y Alicent, al otro sus padres y finalmente Rhaenyra, Aenerya y Daemon.

Aemond, Helaena, Aegon y Daeron presenciaban todo en primera fila, Jacaerys, Lucerys y Joffrey estaban junto a los hermanos de Visenya del otro lado, quienes se aferraban entre ellos y le sonreían con orgullo, encantados por el momento tan emocionante.

El septón mojó su pulgar y persignó la frente de la monarca que se hincó a su presencia, tres veces fue aclamada por una cruz.

— Aquí, frente a los siete reinos, se le es coronada a Visenya Valensys como heredera legítima al trono dorado en Valensys, portadora de la corona de Rhaella Targaryen, hermana del conquistador y que ahora, portará una especialmente fabricada en su nombre.

Le molestó el dicho "hermana del conquistador", con ello le restaba importancia a todo el sacrificio que Rhaella Targaryen había cruzado.

El septón supremo sostuvo la corona en sus manos mientras era supervisado por Otto quien observaba con desdén el propio acto sin poder considerar lo bajo que era coronar a una mujer como reina legítima.