7. Trabajar duro no es suficiente

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Paso más tiempo del que planeo visitando a Tim. Al final termino soltando toda la sopa, le cuento de principio a fin mi dilema con el amor y por qué me siento tan miserable sola, le cuenta acerca del misterioso hombre que resulta ser uno de sus jefes y decido guardar para el final mi nuevo trabajo como cupido.

—Espera. ¿Estás diciéndome que la bruja si tiene sentimientos y quiere conquistar a garret?—pronuncia desde su escritorio.

Por la postura que tiene con las manos entrecruzadas frente a él y el traje de valentino negro parece el CEO de una empresa multimillonaria. Le queda bastante bien este ambiente, incluso se ve más feliz.

—Sí, así es.

—¿Y no puede acercarse de la manera tradicional? ¿O por qué tendría que delegarte ese trabajo?

—Pues no sé—exploto y me levanto del futón—. Tampoco lo entiendo. Pero había una mirada extraña en ella. Es raro todo esto.

—¿Hablas de la mirada cruel que siempre tiene?

—No, era diferente. No sé explicarlo.

Camino por su oficina, en efecto, es mucho más bonita que la que tenía antes. Tiene una vista enorme hacia la ciudad, un escritorio grande con el espacio suficiente para colocar sus telas y materiales, también hay un perchero para poner prendas terminadas e incluso hay dos maniquís, hay dos sofás con una mesa de centro y el futón donde estaba sentada. La oficina en POSES era un cuarto que no tenía nisiquiera ventanas, casi aislado de la mayoría de secciones según Ginebra para darle un espacio privado para diseñar pero era tan oscuro y sin vida que lo único que parecía animar el lugar eran sus coloridas telas.

—¿Y piensas ayudarla?

—Por supuesto, di mi palabra, además ella me despedirá.

—Pero odias ese trabajo.

—No lo hago—acoto y lo miro—. Escucha sé que me dará el puesto de fotógrafa algún día.

—¿Y cuándo será ese día?

—No lo sé, Tim. Pero lo hará, yo sé. Además hay un pequeño detalle.

—¿Qué?

—Le dio trabajo a mi primo.

Espera, no debía decir esto. Mi boca haciendo de las suyas de nuevo, esto era un secreto. Por favor, por qué ando tan desconcentrada.

—Es un primo lejano, en realidad no sabía de él hasta ayer.

Él enarca sus cejas perspicaz, él conoce a toda mi familia, nos conocemos desde adolescentes por lo que es obvio.

—Por eso no lo conoces—agrego.

Él decide dejar el tema ahí y continuar con el principal problema.

—¿Y bien, si planeas ayudarla cómo lo harás?

En mi mente mi plan de venir aquí, hablar con el asistente de Vance y organizar una cita con Ginebra parecía perfecto pero Tim arruino esa ilusión que tenía.

—Es un plan estúpido.

—¡Oye!

—Por favor, tu idea de acercarte al asistente funciona lo admito, pero creer que entre ustedes dos pueden juntar a ese par de polos opuestos.

—Lo sé y más conociendo el carácter de Ginebra.

—Además, ¿qué pasará contigo?

—¿Yo?

—Dijiste que empiezas a sentir algo por...él

Me vuelvo a recostar en el futon recordando aquel momento bajo lluvia. Todo era tan lindo y especial. Tan mágico...y acabo tan rápido.

Amor a primer pacto demoníacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora