Peripeteia

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╰(*°▽°*)╯ Avanzamoooos!!

Cuarto dia: Cuarto combate [Heracles x Jack]

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Considerando el desenlace de su batalla en el Ragnarök, se creerían una posibilidad muy remota que las deidades mostraran interés en Jack The Ripper por ser el artífice de la muerte de uno de los dioses más queridos por los diversos panteones en Valhalla.

Pero aquella suposición no consideraba a las diversas entidades divinas que poseían dominio sobre elementos o conceptos de connotaciones duales y/o negativas.

El apreciar a la malicia humana en tan sublime estrategia -proveniente de una astuta mente- había generado un interés peculiar siendo comparable al canto hipnótico de las sirenas para aquellas deidades.

Jack no era ignorante a las miradas oscuras -acompañadas de curiosos colores- sobre su persona, sin embargo aquellas que no denotaban desprecio le provocaba desconcierto. Lo considera intrigante pero no piensa mucho al respecto conforme toma té a la hora exacta -como buen caballero- en una de las tantas cafeterías esparcidas por el plano divino.

Parpadea algo confundido cuando una pequeña torre de servicio con diversos bocadillos y pequeños postres era depositada sobre su mesa, explicando el hecho que debería tratarse de un error: él no pidió más que la infusión. Su desconcierto crece ante la explicación de la mesera: cada una de las meriendas fue pagada con instrucciones de ser enviada a su persona e inclusive menciona que la cuenta también fue abonada.

El asesino mira los alimentos, con un quedo suspiro resignado, era demasiado festín solamente para él.

Después de deliberar Jack comenzó a regresar al hogar con los variados bocadillos sobrantes para compartirlos con su nueva familia desde que sus desconocidos benefactores comenzaron dicha costumbre a su hora del té sin falta. Trayendo una lejana sensación de satisfacción que creyó perdida en sus memorias al ver los colores armoniosos y brillantes en los padres de la humanidad y guerreros gracias a tan simple detalle. Sin dudar el asesino les acompañaba merendando uno de los bocadillos entre charlas de sus días o planes a futuro.

Ignorando el hecho que la cafetería que frecuentaba también era una de las favoritas del dios de la guerra, Ares, por su variedad en las preparaciones de bebidas a base de té. Siendo testigo -con un grado de estupefacción- de las discretas pero muy interesadas miradas de las entidades divinas sobre el interés amoroso de su hermano menor.

Ares aún no perdonaba del todo al humano por el asesinato de su amigo, pero era débil ante el entusiasmo que el dios de la fortaleza demostraba cuando le contaba sobre algun postre que el humano horneo, o sobre un arreglo florar que realizo para su estancia de soltero, o cuando le acompañaba a reabastecer su despensa.

El rubio se frotaba los ojos en frustración con una mano: era demasiado obvio que Herakles consideraba todo como una relación de recién casados en su mente y como el cuñado favorito -a ser- era su deber darle aviso a su consanguíneo sobre la situación que se desarrollaba a sus espaldas.

El que haya cometido una ofensa similar con Afrodita en el pasado no significaba que dejaría que otros tuvieran el camino libre para realizarlo contra el bondadoso Héroe de los Dioses. Riendo con malicia y con su celular en mano Ares rápidamente tecleó un mensaje para su hermano menor detallando la situación... quizás exagerando un poco pero si Herakles no se sentía amenazado tendía a confiarse, léase su batalla en Ragnarök.

El mensajero de los dioses bostezaba discretamente, ocultando su boca detrás de una mano enguantada, mientras servía un poco de café en su taza como consecuencia de desvelarse componiendo con su violín anoche. Sin embargo un golpe contra un escritorio y el retumbar que provocó fueron más que suficientes para sacarlo de su letargo sorprendiendose ante la tan poco frecuente expresión de enojo en el rostro joven del pelirrojo presente antes de salir de la oficina asemejando a un león a punto de batirse en duelo por sus territorios.

Sin perder el tiempo Hermes rápidamente mensajeo a Ares para indagar si sabía que había acontecido pidiendo lujos de detalles de ser así.

Intenciones OcultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora