Resha

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( ‵▽′)ψ Consumamoooos!!

Octavo día: Octavo combate [Beelzebub x Nikola Tesla]

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Pese a su victoria en Ragnarök, las miradas de miedo a su persona aún persistían y los rumores de terror sobre su maldición aún circulaban cuando Beelzebub transitaba las concurridas calles de los poblados hasta llegar a su destino: un laboratorio ubicado relativamente cerca del Jardín del Edén, presionó un botón para anunciar su llegada.

No obstante, considerando los acontecimientos recientes ocurridos alrededor de los humanos el Señor de los Voladores agradece su infame reputación entre las deidades al hacer su labor más fácil: Mantener a cualquier pretendiente deseoso de acercarse, con buenas o malas intenciones, a Nikola Tesla.

O al menos a la mayoría pensó con desagrado la deidad abrahámica al notar algunos regalos en las puertas externas del laboratorio. Muy probablemente materiales, sustancias y 'donativos' destinados para los proyectos del brillante humano con el objetivo de encandilar al destinatario lo suficiente para proponerle una relación más cercana como proyecto de vida o retribución.

A la divinidad de ojos oscuros ese comportamiento proveniente de una parte de las deidades no le hacía sentir amenazado en lo absoluto: muchas especies -incluidos la raza divina- buscan impresionar a potenciales parejas con regalos o acciones para asegurar la supervivencia de la especie o, en caso de seres racionales, divertirse un rato.

No, lo que lo ponía verdaderamente en alerta eran aquellas criaturas inmortales ocultas que había tomado un interés en el octavo participante humano con deseos depravados en mente. Merodeando en las sombras -o en caso de los más peligrosos, a la vista- para aprovechar la más mínima oportunidad y lograr adueñarse de un ser tan optimista, enceguecedor y altruista como el inventor serbio-americano.

Sólo por la satisfacción de ser el primero en poder corromper a tan magnífico espécimen humano.

Si la valquiria acompañante y amigos eruditos de Tesla le contactaron -a regañadientes- era como producto de una situación alcanzando el peor de los casos conforme la frustración de los interesados crecía.

El dios de naturaleza dual salió de su cavilación al escuchar las múltiples cerraduras del laboratorio abriéndose, a pesar de conocer el código de acceso -y no era 3,6,9 gracias a Göndul- prefirió ser un caballero y esperar a que su ex-rival le abriera la puerta para ingresar.

"¡Tan puntual como siempre mister Beelzebub! Todo un mérito si me lo permite decir," saludó el castaño de ojos aguamarinos con una radiante sonrisa mientras se inclinaba ligeramente desde atrás de la pesada puerta de metal, "¿Cuál es el plan de hoy?" Tesla asentía ante la sugerencia de un momento de esparcimiento recorriendo los jardines botánicos del panteón sumerio que inspiraron al rey Nabucodonosor II a construir los Jardines Colgantes para su esposa Semiramis, "Alright! Sólo tomó mi saco, just a second."

"Ah, Nikola," la deidad llamó su atención de vuelta al señalar los paquetes fuera del complejo. Al ser un científico -aunque en diferente especialidad- Beelzebub sabía que cualquier aporte siempre era bien recibido.

"¿Hn? ¡Oh! Que extraño no he ordenado nada recientemente..." El Príncipe Infernal rió tranquilo al ver el resultado esperado por parte del humano asiduo a la ciencia, parecía estar formulando una hipótesis en su mente sobre la razón de dichos regalos y por su reciente reacción de sorpresa parece que la halló, "no había necesidad de tomarse tantas molestias," dijo Nikola sonriendo suavemente a una deidad confundida, que pasó a un grado mayor de aturdimiento cuando sus manos se entrelazaron con las del humano, "no sé cómo agradecerle por su patrocinio tan abnegado para mis investigaciones."

Esa... no era la respuesta correcta pero -con su mejor sonrisa formándose lentamente en su rostro- un descarado Señor de los Voladores tomaba el crédito para elevar sus propias posibilidades con el inventor mortal, lo cual también era un comportamiento conocido en muchas especies durante los cortejos.

De existir alguien con el privilegio de corromper a un ente tan fascinante como al 'Hijo de la Luz' el puesto le pertenecería exclusivamente al representante de uno de los siete pecados capitales maldecido por Satán.

Intenciones OcultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora