𝟐𝟏: 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐥𝐥𝐨𝐫ó

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▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼

Toda la noche no pudo dormir, se sentó al borde de la cama por varios minutos, pensando en todas las cosas que sucedieron en un año en su vida.

La vida le había puesto en su camino a Louis, la persona más dulce que jamás pudiese conocer, con un alma bella; tan bella como las nubes y las estrellas.

La vida le había puesto a Louis en su camino, quien le enseñó las pequeñas cosas en el día a día, a observar las flores y las abejas, observar las puestas de sol y los amaneceres.

La vida le había puesto a Louis en su vida quien le hizo ver una cantidad enorme de películas juntos los fines de semana.

Y ahora la vida desviaba el camino de Louis, llevándolo a uno de los más prestigiosos hospitales del continente, con la esperanza de que sus bonitos ojos se volviesen a abrir.

En un año su vida cambió mucho, desde enamorarse de alguien que nunca creía hacerlo, hasta hacerlo ir diariamente al hospital, con un ramo de flores.

Un año que siempre recordaría con mucho amor y aprecio, porque en ese año, Louis se plasmó en su vida.

Suspiro tratando de dormir siquiera unas cuantas horas, de acomodo en su cama mientras trataba de contar ovejas y así conciliar el sueño. Las ovejas parecían muy aburridas para él.

Y cuando creyó que no podría dormir, escucho la voz de Louis.

Lo esperaba al final de un riachuelo, riendo y jugueteando con las piedrecitas del río, llamándole para que así pudiese unirse a su juego. Se veía radiante ante los rayos de sol, estos rayos que se reflejaban en sus pómulos y en sus ojos.

Fue corriendo hacía él, entrando al riachuelo y mojando sus pies, al llegar cerca de Louis; lo abrazó, tan fuerte que sus brazos dolieron. Le sonrió ampliamente y tomó sus manos, besándolas; sintiendo lo cálidas que estaban.

—Lou, mi boo bear —Dijo acariciando sus mejillas.

Louis no dijo nada, solo le sonrió, tomando su mano y entrelazando sus dedos.

Harry lo acercó a su cuerpo, mirándolo a los ojos, sonriendo con las mejillas rosadas y beso a Louis. Sus labios se sentían suaves como algodón, su piel desprendía aquel aroma a durazno y rosas característico suyo, su corazón sintiéndose feliz por besar una vez más a Louis.

Aunque fuese en sueños.

A separarse de su beso, Louis lo miró con una sonrisa en el rostro, se acercó hacía él y parándose de puntitas le dijo al oído:

Te amo mucho, Hazzie.

Lo escucho tan claramente que juraría que Louis estaba a su lado, por eso se despertó, con la esperanza de que Louis se encontrase descansando a su lado. Pero al abrir los ojos, se llevó la misma decepción; Louis no estaba.

Pero le había dicho que lo amaba entre sueños.

El sueño al parecer había sido muy extenso, pues se despertó unos minutos antes que su alarma sonara, apagó su alarma y suspiro.

Era hora de ir al hospital, era el día en el que se llevarían a Louis con la esperanza de hacer que sus ojos se abriesen.

Salió de su cama y estiró sus sábanas, acomodando sus almohadas y doblando la pijama que había usado. Fue hacía su baño para asearse, debía verse bien al darle el "hasta luego" a Louis.

Al salir del baño fue hacia el buró cerca de su cama, tomó las monedas que le sobraron del día anterior y las guardó en su bolsillo. Compraría unas nuevas flores, sabía que si le pedía a la madre de Louis que las llevara con él, ella lo haría, quería que Louis tuviese aunque sea, flores marchitas, de parte suya cuando despierte. Hacerle saber que todos los días había estado a su lado esperando que vuelva.

𝐂𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐨 𝐀𝐜𝐚𝐫𝐚𝐦𝐞𝐥𝐚𝐝𝐨 [𝐋.𝐒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora