Aquel plan era el mas absurdo e idiota que jamás se le podría haber ocurrido. Según Damon, era ese el motivo por el cual iba a funcionar.
Pero para Emily, las cosas podrían salir muy bien o jodidamente mal. No tenia muchas opciones, de igual manera.
Ella ya había saltado a la pileta, ahora restaba esperar que hubiera agua en el fondo de esta.
Mientras la bella dama caminaba hacia la mansión de Samuel, con la luna llena sentada en su trono estrellado, Emily podía jurar que la sensación fantasmal de los labios de Damon recorriendo los suyos aun la acompañaba.
Pero eso no era lo único que se había quedado atado en sus recuerdos.
Damon había asegurado que era necesario que Samuel se tragara aquella mentira de que Emily era su debilidad. El único modo de hacerlo era dejando una clara marca del paso de Damon a través del cuerpo de ella.
Por ese mismo motivo, el rey del hielo no se había detenido en un solo beso ligero. El la había besado varias veces, mientras desplazaba las manos por todo su cuerpo. Repitió sus acciones tantas veces que, para el momento de marcharse, a Emily le costaba comprender donde finalizaba su cuerpo y comenzaba el de él.
Con el cabello revuelto, las marcas de los besos apasionados de Damon sobre su cuello y la clavícula de su hombro, Emily ingreso a la mansión de Samuel.
Sus ideas y pensamientos eran claros y bien definidos. Ella había repasado mentalmente lo que le diría y el modo durante todo el viaje. Planeando la estrategia perfecta para atraparlo en su red de mentiras.
Sin embargo, cuando atravesó la puerta principal, comprendió que las cosas no serían como tenía planeado.
Para comenzar, Samuel no estaba en el comedor, en el jardín ni el resto de las salas que solía frecuentar, sino que se hallaba en el salón de la chimenea, el cual detestaba.
Al comienzo, Emily creyó que podía estar allí hablando con algún socio de negocios... pero ese no era el caso.
Samuel estaba en compañía, pero no de un colega.
Reclinado contra la pared de la chimenea se encontraba Samuel, con los ojos cerrados, la cabeza lanzada hacia atrás y su boca abierta en una gran "O", mientras una chica de cabello oscuro y vestido plateado, demasiado corto, estaba arrodillado ante el...
Al comprender lo que ella estaba haciendo, Emily no pudo evitar paralizarse, mientras un gruñido bajo salía de lo mas profundo de su ser.
Cuando el sonido corto el aire y llego hasta Samuel, este abrió los ojos, clavándolos en Emily, mientras una sonrisa maliciosa se apoderaba de sus labios.
Fue en ese preciso instante que la bella chica comprendió dos cosas. Samuel estaba totalmente ebrio, lo cual significaba problemas.
Y en segundo lugar, el la estaba castigando. La expresión de satisfacción que recorrió los ojos de aquel hombre se lo dijo. Samuel estaba disfrutando de la reacción de Emily.
El había orquestado todo aquello para ella.
Sin poder contenerse, Emily avanzo por el cuarto, con la mirada de Samuel fija en ella. El no hizo absolutamente nada, mientras que la bella bailarina tomaba por la parte trasera de la cabeza a la extraña y la arrancaba de su labor.
—¡Que mierda! —grito la extraña, mientras se sacudía como un animal rabioso.
Pero Emily no estaba de humor para pelear. Ni siquiera para dar explicaciones sobre su comportamiento.
Simplemente se limito a sacarla arrastras del cuarto, bajo la mirada divertida de Samuel fija en ella. De forma habilidosa, Emily esquivo los golpes y sacudidas frenéticas, pero torpes de la extraña, hasta que finalmente la dejo fuera del cuarto.

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Éxtasis
RomanceLuego de que su vida se derrumbara ante sus ojos a causa de una desilusión amorosa, Emily se ve empujada a dejar todo atrás y comenzar una nueva vida... junto con el jefe de la mafia italiana. Entre el odio, la desesperación y el deseo de venganza ¿...