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Peleas
Daño físico

─Ya vete, te deje más que claro que no te vas a llevar a Karla

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─Ya vete, te deje más que claro que no te vas a llevar a Karla.─ Dijo con frustración, acariciando sus sienes, la azabache lo miro aún más enojada.

─¡No! Yo no me voy sin Karla.─ Negó, cruzándose de brazos frente al rubio.

─Vete antes de que llegué Adara, pero no te irás con Karla.─ Murmuro siendo audible para la azabache.

─¿Y por qué no?─

─Porque por su culpa MI esposo me fue infiel acostándose con ella.─ Gruño, mirando a los ojos a la azabache, esta no cambió su cara.

─¿Y qué? Ya está hecho, teniendo la ahí dentro encerrada no lo cambiará.─

─No lo hará, pero la hará entender que no debió hacer eso.─

El ruido de la puerta de la casa interrumpió su plática, ambos dirigieron su mirada hacia la puerta, viendo como la medio rubia entraba con el cabello medio alborotado y las prendas desacomodadas. Está miro a su padre y “su tía”.

─Hola.─ Dijo y subió las escaleras para dirigirse a su habitación.

─¿Por qué viene así?─ Pregunto con una mueca de desagrado, mirando por el lugar donde perdió de vista a la medio rubia.

─Seguro venía corriendo, o simplemente se peleó.─ Contestó mirando nuevamente a la azabache, esta lo miro borrando aquella mueca de su cara.

─Eso no me interesa ahora. Dame a Karla y me voy.─ Insistió.

─Que no, vete ya.─ Contestó con molestia.

─No me voy.─

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El ruido de los golpes eran audibles para la medio rubia, tenía miedo, no sabía el motivo de porque ahora su papá y su tía se peleaban, podía escuchar jadeos por parte de los dos, más por parte de la azabache.

Trataba de tranquilizarse a si misma, no quería tener un ataque de ansiedad fuerte nuevamente, entró al baño de su habitación y se sentó en un rincón de ahí, moviendo ansiosamente su cola.

Bajó y subió sus orejas, respiro agitada y abrazo sus piernas, acomodando su cara en sus rodillas.

Su mirada empezó a hacerse borrosa, junto sus manos en su estómago e hizo su cabeza hacia atrás, respiro levemente tratando de calmarse.

Pequeñas lágrimas salieron por sus ojos, resbalando por sus mejillas.

─¿Adara?─ Escucho por fuera de su habitación, reconoció al instante la voz de su mamá, por instinto se levantó, recargando se en el lavabo, abrió la puerta del baño y salió casi cayendo. ─¿¡Adara!? ¿¡Qué pasó!?─ Preguntó exaltado al ver a su hija así, se dirigió hacia ella tomándola en un abrazo, siendo correspondido casi al instante, pequeños sollozos empezaron a dejarse escuchar.

─¿Donde estabas?─ Reclamo con la voz quebrada, aumentando levemente la fuerza que mantenía en aquel abrazo.

─Tranquila, ya estoy aquí..─ Susurró levemente, besando la cabeza de la medio rubia con delicadeza.

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Re cortoo, pero ya fue.

Si voy a terminar la historia, porque se me hace muy feo dejarla así nada más.

Sacaré otra historia que no tiene nada que ver con el EsteVausha, porque me la pidió mi mejor amigo.

En fin, eso no importa aquí.

Los amo, se cuidan.

☆彡彡 ¡Bye!ミミ☆

ᬊ⊰I hate you⊱ᬊ {¡EsteVausha!} (En Pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora