Steve Rogers x Anthony Stark

Pirata

El secuestro de la Princesa de Richmond tenía en vilo a la población, sobre todo a sus padres.

La joven fue interceptada durante su paseo mensual por el pueblo,  sus caballeros no pudieron con el temido Capitán Hydra.

El Capitán Hydra, el hombre más temido de los siete mares, las historias que se cuentan de él son aterradoras. Cruel, despiadado y dejaba como un simple grumete al mismísimo Barbanegra.

No había esperanzas alguna que Sharon y Tony, quien estaba con ella en el momento, siguieran con vida.

Hydra no pidió rescaté y no se encontraron los cuerpos de los jóvenes. Los Reyes de Richmond y Lord Stark  habían puesto una gran recompensa para quién tuviera información verídica sobre ellos.

Un día, casi cuatro meses después, Sharon llegó a la costa en un bote sola. De la refinada princesa no quedaba nada, su mirada dulce parecía más dura y calculadora, su tersa y blanca piel ahora era de un color dorado, su larga cabellera ahora le llegaba hasta los hombros. Cambió su pomposo vestido por unos pantalones de cuero y una camiseta que en algún momento fue blanca, en su cintura una espada que desenvaino para amenazar a cuánto oportunistas quería llevarla hasta los Reyes y cobra la jugosa recompensa.

Con una actitud altiva y amenazadora llegó hasta el castillo dónde fue recibida por sus aliviados padres.

—¿Dónde está mi Tony?— Horward había corrido en cuánto supo la noticia, con el corazón en la mano se acercó a la Princesa. — Princesa, por favor.

Los ojos se le llenaron de lágrimas cuándo Sharon bajo su cabeza.

—Lo siento Lord, él murió cuando el barco de Hydra fue atacado…

—¿Hydra murió?— algún noble preguntó, ganándose una mirada asesina de la chica.

—No, Lord Stark. — se acercó para abrazar al hombre que estaba a punto de colapsar.— Tony murió para salvarme, es un héroe.

Horward sólo asintió y sin decir más giró sobre sus talones dispuesto a irse.

—Le prometo que Latveria pagará por su muerte. — juró solemnemente ignorando el asombró y miedo colectivo del lugar.

— Cuente con el apoyo de toda mi flota.

Sharon asintió incluso cuando el desconsolado hombre no la veía.

Quería decirle la verdad, quería contarle que su Tony estaba bien, que era amado y cuidado celosamente por el hombre más temido de la historia. Decirle que dentro de siete lunas sería abuelo.

Pero no dijo nada, su amigo así se lo pidió,  porque sabía que Lord Stark seguirá buscándolo hasta debajo de las piedras a su niño, Casi los encontró tres veces.

Pero debían eliminar a un enemigo, él único que sabe que Tony se quedó voluntariamente con Hydra y estaba obsesionado con el castaño; Víctor Von Doom. El tirano y egocéntrico Rey de Latveria.