Steve Rogers x Anthony Stark

Resaca

Su garganta estaba seca, la cabeza le daba vueltas y el estúpido sol le daba justo en la cara. Y de verdad necesitaba vaciar su vejiga.

—Mm Tony.

La resaca paso a segundo plano de golpe, conocía perfectamente esa voz ¿Cómo no reconocerlo? Si tiempo atrás esa misma voz le murmuraba palabras de amor y promesas vacías. Con los ojos desorbitados miro el brazo que se enredaba posesivamente a su cintura para ir subiendo y encontrarse con lo que más temia.

Steve maldito Rogers, durmiendo plácidamente a su lado.

¡Maldita sea! Nunca más va a tomar una  mísera gota del alcohol en lo que le queda de vida.

Moviéndose lentamente se levantó de la cama, maldiciendo por lo bajo por el dolor en su parte baja. Iba a irse sigilosamente, pero lo pensó mejor.
A medio vestir se dirigió hacía el minibar, rogando que haya algo de hielo, consiguió lo que necesitaba y le tiró el hielo, con todo y bote, al maldito bastardo durmiente.

Steve no tuvo tiempo a reaccionar al frío cuando sus partes íntimas fueron golpeadas por un pequeño puño, pero no menos doloroso.

Lo único que alcanzó a ver fue a Tony azotando la puerta y abrirla de nuevo para mostrarle su dedo medio y decirle algo tipo: "Eres un imbécil Rogers"