Capítulo 1: El primer guardián y su pasado.

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-Hoy finalizan las elecciones de lo nuevos guardianes.- dice la guardiana del templo de la vida en tono calmado mientras revisa las fichas de cada candidato. -Los cuatro finalistas ya han pasado exitosamente todas nuestras pruebas, así que ya es hora de hacerles saber nuestro veredicto final.-
El guardián del templo de la muerte afirma en silencio y procede a preparar las cartas que se les harán llegar a cada uno de los elegidos, luego se las entrega a su compañera y esta se retira del lugar tras tomarlas con cuidado y guardarlas en su pequeño bolso.
Al dar con la locación donde debería hallarse la persona que busca, se presenta frente al primer futuro guardián, Vincent Hudson, un joven alto, probablemente midiendo 1,85 cm, de cabello castaño rojizo, ojos verdes y piel tostada. A pesar de su aspecto algo corpulento e imponente, su forma de actuar es relajada y medio indiferente a lo que pasa a su alrededor.

La mujer se dirige a él, manteniendo su actitud calmada y cordial, y explicándole la situación, además del rol que desea otorgarle, sin embargo, el chico se muestra incrédulo ante la repentina noticia, por lo que ella se ve obligada a demostrarle que tal elección realmente se llevó a cabo. -Tal vez deba buscar otra forma de mostrarte que hablo en serio... ¿Por qué no me pones a prueba?- Propuso con una sonrisa ligeramente entretenida esta vez. - Pregúntame sobre algún acontecimiento de tu vida del cual solo tú tengas conocimiento, y si te respondo correctamente, dejarás de tomarme por loca.- Vincent dejó escapar una pequeña carcajada, luego levantando una ceja mientras se cruzaba de brazos. -¿Y si no lo consigues?-

La guardiana se encogió de hombros como si nada, viéndolo con su característica sonrisa. -De lo contrario, me marcharé y no te volveré a molestar, ¿Te parece bien?-
Vincent se ríe de forma más notable debido a su apuesta, ya que está demasiado seguro de que la mujer no podrá acertar, por lo cual acepta y procede a formular su pregunta. -Muy bien, ya que estás tan segura de ti misma, iremos por la más complicada... Yo tuve una novia hace tiempo, fue una chica a la cual amé profundamente, sin embargo la hice sufrir hasta el punto en que me abandonó jurando jamás perdonarme, ¿Cómo se llama esa chica?-
Al momento de hacer dicha pregunta, su rostro reflejó dolor y tristeza, pero, incluso así continuaba sonriendo.
La guardiana lo observó en silencio un momento y luego le preguntó. -¿Éstas seguro de que quieres volver a oír su nombre tan pronto?- El rostro del chico se mostró serio de golpe, acabando por responder firme prácticamente enseguida tras ese cambio en su semblante. -Sólo responde, ¿Bueno?, si no eres capaz de contestar, entonces vete y déjame en paz.-
Ella suspiró medio resignada, sin embargo, hizo lo que el muchacho demandó de todos modos, viéndolo a los ojos, ahora con cierta frialdad en su mirada. -Su nombre es Mia Brown, tú la amabas, no obstante, tus problemas personales, y el consumo desmedido que tenías con el alcohol por esos años, te jugaron en contra.

Antes de darte cuenta, acabaste tratándola peor que a un perro callejero, la golpeaste, insultaste y humillaste en reiteradas ocasiones. E incluso cuando ella trataba de ayudarte, tú sólo la rechazabas... Finalmente, se cansó de aquel infierno y terminó abandonándote sin intención de volver, ¿Me equivoco?- Tras terminar de escuchar esa historia, historia que él ya conocía a la perfección obviamente, se quedó callado.
Ese incómodo silencio se prolongó por un momento, tiempo en el cual la mirada del joven se mantuvo fija en el suelo, mas acabó levantándola de nuevo eventualmente. Su expresión reflejaba bien lo arrepentido que estaba por ese acontecimiento, tanto así, que incluso un par de lágrimas escaparon y empezaron a correr por sus mejillas. 
La guardiana dio un paso adelante y acarició suavemente su cabeza. -Lo lamento, Vincent, sé que no fue una etapa agradable de tu vida.- El joven respiró profundo, intentando recuperar la compostura. -¿Cómo sabes todo eso?, ¿Ella te lo dijo?- La mujer niega y lo guía hasta una banca no muy lejos de donde ellos estaban hablando, invitándolo a sentarse con ella para conversar con más tranquilidad. -Es parte de nuestro trabajo, observamos sus vidas desde que nacen hasta que cumplen los 17 años, desde ahí comenzamos a juzgar sus acciones.

Así, somo capaces de evaluar su criterio, habilidades, fortalezas y debilidades. En definitiva, comprobar qué tan capacitados están para ejercer el trabajo de guardianes.- Vincent la observa y escucha atento, pero se nota que todavía le cuesta un poco creer todo lo que está pasando. A pesar de eso, la mayor continúa, mientras tanto le da la carta con su título en el respaldo. -De todos los posibles sucesores sólo cuatro pasan a la "entrevista final", que es la que estamos teniendo tú y yo en este momento.
Ahora sólo quedan dos cosas por hacer, si es que estás dispuesto a tomar tu cargo... Debes saber que nosotros no tenemos una vida fácil, el peligro aparecerá constantemente en diversas formas y será complicado enfrentar situaciones como esas, pero, no estarás solo. Habrán más como tu muy pronto.

Por último, necesito que tengas en mente que la seguridad de toda esta gente, recaerá en tus manos y las de tus futuros compañeros desde el momento que elijas unirte a nosotros... Sabiendo todo esto, dime, ¿Estás dispuesto a tomar tu lugar?- Vincent voltea a ver en dirección de los demás transeúntes que caminaban por la calle esa tarde. De sólo pensar en la tremenda responsabilidad que todo eso significaba, sentía que le explotaría la cabeza, pero, también parecía algo muy serio e importante.

El muchacho se rascó un poco la nuca, sin poder evitar demostrar cierta inseguridad en todo ese asunto. Pero, a pesar de eso, le terminó extendiendo su mano a la mujer. -Tal parece que ganaste la apuesta, y ya me adelantaste la letra pequeña del contrato también, así que solo me queda firmar, ¿No es así?- la mujer sonrió levemente, y tras estrechar su mano, lo llevó a una zona más apartada.

Una vez que llegaron, el joven se vio en una especie de callejón más bien oscuro y ahí, la contraria le solicitó que se levantara la camisa, sin embargo, el chico se alarmó un poco y le preguntó si es que estaba bromeando. Ante esto, ella le tranquilizó diciendo que era solo para hacerle entrega de sus marcas y así él pudiera utilizar libremente sus poderes sobre el fuego.
Luego del breve ritual, Vincent es nombrado el nuevo guardián del templo del fuego, además de entregarle la llave del templo del fuego para que pueda visitarlo e incluso comenzar a vivir ahí si lo desea.
Al terminar con todas las formalidades, la guardiana de la vida le dejó un último mensaje a su nuevo compañero. -Prepárate, las sorpresas están recién comenzando, y no todas serán gratas precisamente.- Tras estas palabras se desvanece frente al chico, quien queda realmente confundido y hasta preocupado, pero prefiere no poner demasiada atención en ellas, más por miedo a que algo grave vaya a ocurrir que otra cosa.

The Guardians Of The Four ElementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora