Lucius Malfoy era hijo único, heredero de la fortuna malfoy y el único que podría el salvar ese apellido. Sus padres estaban casados por cifras, el dinero era lo único que atraía a la pareja, no eran destinados y nunca lucharon por encontrar a su destinado.
Lucius se crío con ciertos conocimientos, conocimientos de liderazgo, de sabiduría, astucia, poder. Su padre se encargó de enseñarle como manejar la empresa y el dinero. Todo lo que pediría el lo podía obtener... solo si trabaja duro. En cambio, su madre se encargó de enseñarle todo sobre la magia: los hechizos, las artes oscuras, las pociones, y algo muy importante en la vida de un mago, el destino. Ella siempre había soñado con encontrar a su destino, pero sus padres se negaron cuando se enteraron quien era, por eso estaba casada con Abraxas Malfoy. Ella lo único que quería era que su hijo fuera feliz, que pudiera elegir si seguir su destino o hacer como su padre, casarse con alguien aceptable y manejar las empresas malfoy.Cuando entró a hogwarts, conoció a las personas que serían sus amigos y fieles compañeros durante su estancia en el castillo y por el resto de su vida: Barty Crouch Juniur, Severus Snape y Regulus Black. Los cuatro juntos pasaron a ser el apoyo para las Serpientes, quienes siempre recibían ataques de las otras tres casas. Eran admirados por todas las Serpientes, desde que ellos fueron seleccionados para la casa de color playa y verde, algo cambió en la forma de pensar y actuar de los Slythrrin.
Si querían que fueran malos, serían malos.No debes jugar con la mente de una serpiente poderosa y astuta como ellos.
Lucius no creía en el destino. Después de todo, seguiría el camino de su padre: se casaría con una chica lo suficiente fuerte como para ignorar el destino y seguiría con las empresas malfoy. Y aunque su madre no estaba de acuerdo con esa decisión, ella no podía hacer nada, la decisión estaba tomada y nada ni nadie podría hacerle cambiar de opinión. No sé dejaría llevar por la estúpida magia y el amor, el era un Malfoy, un hombre digno y aunque la marca estuviese presente reclamando a su pareja, el seguiría sus planes, nadie sería tan fuerte como para hacerle cambiar de opinión, nadie podría hacerle sentir las cosas estúpidas del amor. Por eso se negaba siempre a asistir a alguna fiesta en el castillo, allí normalmente la gente conectaba con personas y salían parejas por el destino, pero el no caería en esa farsa, el no iba a ser así, y mantendría su palabra hasta la muerte.
Y sus amigos le creerian si no dejase de mirar a cierto Gryfindor moreno de su mismo curso.
-Otra vez Lucius perdido en el mundo del amor y del destino...-Cantarero Barty.
Entonces Lucius reaccionó. Mirando mal a sus amigos se levantó de la mesa y salió del gran comedor recibiendo varias miradas, entre ellas la de un pequeño lobo.
-No le encuentro la gracia.... ¡Ya dejen de reír!-Paró harto de que sus amigos se burlarse.
-Vamos rubita, no te pongas así... es solo que últimamente estás un poco obsesionado con el chico Gryffindor...- Comentó esta vez Regulus divertido.
Lucius solo pudo suspirar.-¿Y que si lo miro? Puedo estar tranquilamente planeando su muerte.-Comentó antes de seguir caminando en dirección a su sala común.
-Lucius, entre nosotros cuatro puedes ser honesto.-Dijo para sorpresa de todos Severus.
No. Eso ya no.
Ignoro al trío de amigos que tenía durante los siguientes minutos hasta llegar a la sala común. Ellos no le entendían, no entendían sus razones.
-Escuchen, yo jamás voy a ceder ante esa farsa del destino. No, mi padre pudo ignorarla perfectamente y no le ha pasado nada... yo también podré con ello.
Miró a los tres, quienes parecían querer decirle algo, pero alguien se adelantó.
-Y no porque tu padre lo haya hecho no significa que tu también ignores tu destino. Es algo único y no deberías privarte de esa experiencia.
-Cissy, sabes mejor que nadie que tengo más de mil razones para ignorarlo... no te conviene ponerte en mi contra.-Dijo Lucius serio.
-No me pongo en tu contra, pero deberías de intentar hablar con el Griffyndor, quien sabe, igual el destino decide jugar y juntar almas...
-Eso nunca pasará.-Dijo esta vez Regulus.-Conoces a rubita, no cederá ante eso.
-Puedes pensarlo querido, puedes sorprenderte....
-No. Tomé mi decisión hace tiempo Cissy, no puedo cambiar ahora de parecer.
Salió de la sala. Los cuatro se miraron sabiendo lo que iba a pasar. Los malfoy reaccionaban de diferente forma al destino, ellos tenían una marca diferente. Tenían a un compañero de por vida y tarde o temprano siempre terminaban juntos, a no ser de que su destinado muriera, o en los peores de los casos, alguien de sangre malfoy le eliminara la marca: el enlace seguiría presente, pero no estaría la desesperada necesidad de estar con tu compañero y eso podía llegar a ser mortal.
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Destino
FanficLucius y Remus eran destinados, pero ambos negaban ese sentimiento. Entonces una guerra unió sus destinos...