C A P Í T U L O 7

280 34 10
                                    

|L I T Z Y|

Muerdo el interior de mi mejilla tratando de tranquilizar mis nervios.

Sin darme cuenta, empiezo a dar vueltas por toda mi habitación de un lado a otro mientras me tomo el cabello con  frustración. Me dirijo a la cómoda y abro una de las gavetas, saco un cepillo de cabello y empiezo a desenredarlo mientras me miro al espejo.

Suelto el cepillo y me apoyo en la cómoda soltando un suspiro pesado.

¿Hasta cuándo te quedarás así? 

Mi subconsciente pregunta insistente y me obligo a arrastrar mis pies hasta la cama donde se encuentra mi teléfono. Miro la hora y maldigo en voz baja.

Ya son las cuatro.

Me dejo caer de espaldas a la cama blanda y miro hacia el techo durante largos segundos, hasta que mi móvil hace un sonido, avisando sobre un nuevo mensaje. Lo alzo a la altura de mi pecho y deslizo la pantalla para ver de quién se trata.

Axel

¿Vendrás?

No lo niego, mi sistema nervioso se sobresalta al ver el mensaje, estoy entre si ir o no y la verdad, no sé lo que haré o más bien, tengo  miedo a lo que pueda ocurrir.

Opto por dejar el mensaje en visto y me levanto dirigiéndome al armario, busco entre él una ropa adecuada para ir a casa de Axel pero no tengo muchas opciones, aún no he lavado la ropa sucia.

Entre las prendas se hallan un par de jeans y algunas camisas no tan agradables, también un vestido negro pegado al cuerpo. Me quedo con cada una de las prendas en mis manos, dudando en si ponerme un jean o el vestido. Hago un ruido con mi boca rendida y escojo el vestido.

Sé que esto se tornará incómodo, debido a las situaciones ocurridas anteriormente con Axel, sé que ir así, vestida con un vestido bastante provocativo, hará que algo en él desate el caos pero no me importa, en lo absoluto.

Me visto rápidamente y me miro en el espejo de cuerpo completo. Las tiras delgadas del vestido caen sobre mi hombro y el escote hace que mis pechos se vean a simple vista. Mi cintura se marca bajo la tela al igual que mi trasero. No soy una chica de un cuerpo muy voluptuoso pero tampoco estoy mal, y eso me tranquiliza un poco.

Me maquillo un poco y acomodo mi cabello en repetidas ocasiones. Bajo y abro la puerta para ir al ascensor, oprimo el número uno y espero a que éste bajé.

En poco tiempo me encuentro en la recepción.

Dudo una vez más en si debo ir pero finalmente accedo a lo que me grita mi conciencia.

Paso la calle que da a los otros edificios y llego hasta la recepción número dos. Le informo al recepcionista para que le informe al dueño del apartamento y en menos de un minuto él me deja avanzar. Subo al ascensor y oprimo el número del piso dónde vive Axel.

Al abrirsen las puertas, la imagen de Axel se refleja frente a mí.

— Pensé que no vendrías — dice dando un paso hacia adelante, poniéndose entre las puertas del cubículo, evitando que éstas se cierren.

Lo miro recriminandole por su acción pero él solo me mira de pies a cabeza pasando su lengua por sus labios.

— Estás muy hermosa — se estira tomando mi brazo y me jala hasta él — más que nunca — entrelaza nuestras manos y temo a que note lo que estoy sintiendo, mis manos están sudando y ni siquiera sé el porqué.

— ¿Para qué querías que viniera a tú casa? — inquiero tomando una postura más firme.

— Para hablar... O si tú quieres... — sus ojos viajan a mis labios y los mira con gran intensidad — podemos hacer algo más — tengo que desviar mis ojos para no seguir mirándolo. Lo acepto, ver cada una de sus muecas y acciones cuándo está ante mí, hace que mi interior se sacuda, haciendo que pierda la  estabilidad.

Deseo indestructible [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora