C A P I T U L O 11

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|A X E L|

La vida es como un juego el cuál debemos saber jugar.

Para muchos esta frase se les hace fácil y creen que no es díficil ganarle al juego, que todo se trata de saber jugar y ya, pero no es así. La vida nos pone muchos obstáculos y llena nuestro camino de gente indeseable que sólo busca hacernos daño, muchos de nosotros nos rendimos en el camino y decidimos abandonar el juego pensando en que todo se ha ido a la mierda, que ya no hay nada que hacer y que la otra persona ha ganado la partida.

Creo que en esa posición me encuentro yo. Intento jugar e intentar ganar pero por más que me esfuerzo, no lo logro. Es díficil cuándo tienes a todos en tu contra, cuando nadie cree en ti y debes salir adelante por tus propios medios y eso te hace más difícil el camino, más cuando no tienes a nadie que te apoye y te diga "tú puedes" almenos eso me llenaría de valor y podría avanzar, pero no, mi vida no es así.

Vivo rodeado de víboras y hienas impediendo que siga, impidiendo que me rinda y puede que lo estén logrando. Es muy triste pensar que esas mismas personas que se empeñan en dañar tú vida y hacértela mierda es tú propia familia.  Daría todo porque esto fuera diferente, porque no fuera tan difícil, pero de nada me sirve, porque todo ha acabado, me he rendido y ya nada puedo hacer.

Mi cabeza repite una a una cada palabra que ha dicho mi padre, cada mirada de furía y cada pelea desde que tengo memoria. Duele esto, duele no tener apoyo y que tú propia familia te dé la espalda, que no te apoyen en tus sueños... Que quieran hacer de ti algo que no deseas.

— ¡Eres un cínico al creer que vas a llegar a algo como un cantante de cuarta! ¡Eso es para gente perdedora y sin futuro! — su mirada me recorre con rudeza, sus ojos detonan fuego.

Sigo ahí parado, sin decir nada, solo lo escucho, solo oigo lo que sale de su nefasta boca. Quiero largarme de aquí, huir de todo e irme a dónde nadie me conozcan Pero... No puedo. No cuando mi vida depende de él.

— ¿Crees que lograrás mucho verdad? — ríe con gran burla y por mí parte cierro los ojos. Ya no quiero seguir con esto, no quiero escucharlo más — deberías ser como tú hermano, él si sirve para algo, no como tú... — me señala con su dedo índice y siento la rudeza a cada roce de su mano contra mi piel — he perdido el tiempo contigo, debería haberme quedado con tu hermano y haberte dejado ir con tú madre, son tal para cual.

Aunque no lo quisiera y me doliera aceptarlo, sus palabras me lastiman, me hieren y me rompen el alma en mil pedazos. No quiero sentirme así, no quiero ser débil y mostrarme ante él como lo que cree que soy, un perdedor. Quiero salir adelante sin su ayuda, demostrarle que puedo solo y que lo que deseo es algo digno, que no es para perdedores como él cree.

Me duele que toque el tema de mi madre, que la incluya en una conversación que ni siquiera tiene que ver con ella. Siempre ha sido así, cada vez que discutimos menciona a mi madre y maldice por no haberme dejado con ella. Para él soy un error en su vida, me lo ha dicho de mil formas y duele, duele saber que ninguno de tus dos padres te ha querido.

Mamá nos abandonó cuando yo tenía siete años aproximadamente. Papá la encontró con su amante  en su propia habitación teniendo sexo y claro, como era de esperarse la echó. Mamá quería llevarme con ella pero papá no lo permitió, según él tendría mejor futuro a su lado que con mi madre. Desde ahí todo cambió, papá no volvió a ser el mismo y mamá... Ella nunca volvió.

Mi padre se retira de la sala y contengo la respiración un poco. Quiero decirle mil cosas, enfrentarlo pero no puedo, a pesar de todo es mi padre, lo respeto y eso es lo que más odio de mí, ser tan bueno con los demás así sean una maldita mierda conmigo.

Deseo indestructible [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora