C A P Í T U L O 22

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|A X E L|

La presión en mi pecho se hace presente y siento ganas de tirarmele encima y desnudarla por completo, pero no lo hago debido a que estamos en un lugar público. Sus ojos brillan como dos estrellas preciosas y su ropa le queda perfectamente bien, desde que la ví no he dejado de imaginar la idea de quitarle todo y follarmela ¿Por qué soy así?

La observo durante unos segundos y repito en mi cabeza sus palabras. Me encanta que diga eso y lo mejor, me encanta ser yo quien la haga feliz.

— ¿Por qué te hago feliz, Litzy? — le pregunto tomando sus manos y mirandola fijamente, ella se relame los labios y mi vista desciende hasta el lugar, sus labios están enrojecidos.

— Porque desde que te conocí nada en mi vida es igual... — bebe de su copa nerviosamente y río suavemente. Me mira nuevamente y admiro los detalles en su rostro, lleva un maquillaje suave pero que la hace ver más hermosa de lo que ya es — Contigo he descubierto lo que está bien y también... Lo que está mal — soltamos una risa por lo último y ladeo mi cabeza observandola de lleno.

— ¿Qué está mal? — inquiero a la vez que alzo la mano para dejar un mechón de su cabello detrás de su oído. Ella piensa en la respuesta y ríe con sus mejillas enrojecidas.

— Quizá, estar juntos está mal... — responde y mi sonrisa se borra

¿Es enserio?

La miro confundido y ella me mira debatiendo en sí seguir hablando o no. Por mi parte me aparto un poco y pido otra copa de alcohol, el mesero la trae de inmediato y la bebo de un solo trago. La vuelvo a mirar y frunzo mi ceño interrogando su respuesta, ella baja la mirada y un jalón en mi pecho hace presencia.

— Aunque duela es así... — alza su mirada y veo como sus pupilas se dilatan — por lo menos yo si estoy haciendo las cosas mal — asiento levemente y ella mira hacia el tumulto de personas, al parecer se siente incómoda y no la culpo, yo también lo estoy.

— ¿Lo dices por Marc? — inquiero sabiendo la respuesta pero decido formularla de todos modos.

— Si... Pienso que esto le hará daño, el enterarse de todo lo acabará — acerco la silla hacia ella y la tomo de las manos, llevo mi mano hacia su mentón y la obligo a que me miré.

— Entiendo tu punto pero... ¿Crees que sea necesario sacrificar tu felicidad por otra persona? — el enojo hace presencia en mí y no sé porqué, solo sé que el solo hecho de pensar que ella está dudando de lo nuestro me lastima, me hiere.

— No lo estoy haciendo Axel, estoy contigo — suspira profundamente — En la tarde rompí con él — mis ojos se abren con sorpresa y siento una leve felicidad en mi interior.

— ¿De verdad? ¿Qué te dijo? — inquiero tratando de ocultar la felicidad, ella hace una sonrisa melancólica.

— Que se haría lo que yo quisiera... Que ante todo primeramente era mi felicidad... — suelta el aire contenido en sus pulmones y pasa una mano por la cola que sujeta su cabello — Es un gran hombre — admite y asiento sin decir más.

Todo esto no es fácil para mí, soy consciente del daño que puedo estar causando, sé que él la ama y que daría todo por ella, de hecho lo está haciendo en este momento; dejar ir a la persona que quieres no es nada fácil. Pero también soy egoísta, la quiero más que a mí vida y no podría soportar su lejanía, cada día al despertar pienso en el día que podamos ser felices al aire libre, sin tener que escondernos, tomarla de la mano y caminar como dos tontos enamorados, llevarla hasta el altar y hacerla mi mujer, más de lo que ya es. Pienso en él y se me sacude el corazón, me pongo en sus zapatos y sé que no es fácil para él pero, tampoco lo es para mí, no es fácil vivir tu amor a escondidas y con el temor diario de que talvez puedas perderla.

Deseo indestructible [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora