ENFERMEDAD | VERSION FANFETT

9. Edgar, estoy enfermo... 🅴

El contenido que verás a continuación, ¡Es demasiado sensible! Si quieres ver esto, ten en cuenta que el contenido que verás a continuación, contiene:

Palabras vulgares, pensamientos suicidós y depresión.

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Edgar había estado esperando con ansias ese día para salir con sus amigos. Tenían planes emocionantes y él estaba emocionado por pasar tiempo con ellos. Sin embargo, cuando llegó a casa, notó que Fang estaba visiblemente exhausto y pálido.

—¿Qué te pasa, Fang?—, preguntó Edgar, con impaciencia en su voz. —Hoy había planeado salir con mis amigos y ahora me arruinas los planes—.

Fang se aferró a la pared, luchando por mantenerse en pie. Su voz temblorosa reflejaba la debilidad en su cuerpo. —Edgar, necesito hablar contigo. Por favor, escúchame—.

Pero Edgar, cegado por su frustración y deseos egoístas, respondió con dureza.
—No tengo tiempo para tus problemas ahora, Fang. Siempre te has comportado de manera egoísta, y estoy cansado de lidiar con tus dramas—.

Las palabras de Edgar cortaron profundamente en el corazón de Fang. Se sentía traicionado por alguien a quien había amado y cuidado. Pero más que eso, Fang no podía soportar que Edgar lo tratara con tanta indiferencia en su momento más vulnerable.

Con lágrimas en los ojos y una determinación dolorosa, Fang decidió que era hora de revelar la verdad, sin importar las consecuencias. —Edgar, hay algo que debes saber—, susurró, su voz apenas audible.

—¡No! ¡No te quiero escuchar, Eres un fastidio, a cada rato me haces quedar en casa, no me dejas salir de casa, estos 3 días fueron los peores, porfavor Fang! ¿¡Que mierda tienes!? ¡Dime qué tienes por amor de dios!—. Eso cada vez destruía el corazón de Fang, en un punto empezaron a discutir, hasta que un punto Edgar estaba lo suficientemente frustrado como para seguir.
—¡Te odio Fang, no me dejas ir a la escuela, te tengo que cuidar y tú no me dejas, te quiero cuidar y puedes morir! Idiota—. Eso le partió el alma a Fang, no podía creer que su novio le dijera eso. —¿A si? Ahora resulta que eres estupido... Mi paciencia se ha ido pero bueno... Estoy enfermo Edgar... ¡Y eres un verdadero traicionero, MI amor que te he dado durante estos años de vida! ¿¡Resulta que ahora vienes con que te molesto!? ¡Me queda un día de vida, y ese día se decidirá si muero o me quedo contigo, pero no puedo creer que me odies cuando te di mi amor y mi cuidado! ¡Eres realmente un hipócrita
Edgar!—. Antes de que pudiera continuar, Fang se desmayó, su cuerpo frágil colapsando en el suelo. Edgar, asustado y lleno de remordimiento, corrió hacia él, ignorando sus propios sentimientos de enojo y egoísmo. Tomó a Fang en sus brazos y lo llevó rápidamente al hospital más cercano.

El viaje al hospital fue lleno de silencio incómodo. Edgar se culpaba a sí mismo por su comportamiento cruel y egoísta, mientras que la preocupación y el miedo se apoderaban de su mente. ¿Qué estaba pasando con Fang?

Al llegar al hospital, los médicos rápidamente se hicieron cargo de Fang y lo llevaron a una habitación para recibir atención médica. Edgar esperó ansiosamente, sintiéndose culpable y arrepentido por sus acciones.

Finalmente, el médico salió de la habitación y se acercó a Edgar con una expresión seria en su rostro. —Su novio, Fang, está en una condición crítica—, dijo el médico con voz grave. —Su cuerpo ha estado luchando contra una enfermedad grave y su estado ha empeorado significativamente—.

Edgar se sintió abrumado por la culpa y el remordimiento. —¿Por qué no me dijo nada antes?—, preguntó, su voz llena de angustia.

El médico suspiró y respondió. —Fang no quería preocuparte o ser una carga para ti. Pero ahora es crucial que estés a su lado y lo apoyes en este difícil momento—.

Edgar asintió, su rostro pálido y lleno de tristeza. Ahora comprendía la gravedad de la situación y el error de su comportamiento egoísta. Se prometió a sí mismo que estaría ahí para Fang, sin importar qué, y le daría el amor y el cuidado que se merecía, incluso si estuviera muerto.

Edgar estaba sentado junto a la cama de Fang en el hospital. Se sentía abrumado por la culpa y el arrepentimiento, y su corazón se llenaba de un profundo pesar por haber tratado a Fang de manera tan insensible.

Finalmente, Fang comenzó a despertarse, parpadeando lentamente mientras se ajustaba a la luz de la habitación del hospital. Al ver a Edgar a su lado, una mezcla de emociones cruzó su rostro: sorpresa, tristeza y una leve chispa de esperanza.

—Fang—, murmuró Edgar con voz temblorosa. —Lo siento... lo siento mucho por todo. No tengo excusas para mi comportamiento. Fui egoísta e hipócrita, y no deberías haber tenido que soportar
eso—. Fang lo miró serio y frío fijamente durante un momento, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y alivio. —Edgar, no puedo negar que me dolió profundamente la forma en que me trataste, en verdad fuiste un hipócrita y eso no me lo vas a negar. Pero también entiendo que la ignorancia y el miedo pueden nublar nuestra visión. Necesitaba que supieras la verdad—. Edgar asintió, sus ojos llenos de lágrimas.
—¿La verdad? Por favor, dime qué está pasando, Fang. Quiero estar contigo y apoyarte en todo lo que necesites—. Fang tomó una respiración profunda y se preparó para revelar la verdad. —Edgar, tengo una enfermedad grave. No hay garantía de cuánto tiempo me queda. He estado luchando en silencio, tratando de mantener una fachada fuerte, pero no puedo hacerlo más. Necesito que entiendas lo frágil que es mi salud y lo mucho que significa para mí tu amor y apoyo en este momento—. Edgar sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba las palabras de Fang. Se arrepintió aún más de su comportamiento previo y se dio cuenta de la importancia de estar presente y mostrar compasión en los momentos difíciles. —Fang, lamento profundamente no haber estado allí para ti cuando más me necesitabas—, dijo Edgar con voz entrecortada. —Pero prometo que a partir de "ahora", estaré a tu lado, sin importar qué. Quiero hacer todo lo posible para hacerte sentir amado y cuidado—. Fang le sonrió débilmente, un destello de alegría en sus ojos cansados. —Gracias, Edgar. Tus palabras significan mucho para mí. Apreciamos cada momento que tenemos juntos, y quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón—.

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Ya no soporte definitivamente 😭