CAPÍTULO 5.

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Elena llevaba trabajando algo más de 8 años en aquel centro.
Toda su vida había querido ser enfermera y así poder ayudar a los demás.

Ponía muchísimo empeño en sus tareas mimando a todos y cada uno de sus pacientes con sumo cuidado y delicadeza.

Por lo que la muchacha era considerada por sus superiores como una gran profesional.

Entró como todas las mañanas en aquella habitación, la 23 concretamente, abrió las cortinas dejando que la luz del sol iluminara toda la estancia.

- Buenos días Julia - le dijo a la chica que se encontraba tumbada en la cama situada en el centro de la habitación.

A pesar de que Elena sabía que ésta no le iba a contestar puesto que la muchacha a la que le estaba hablando llevaba unos 10 años aproximadamente en coma.

A ella le gustaba tratarla como si la chica escuchara sus palabras y fuera algo más que un cuerpo inerte e inútil que no sentía absolutamente nada.

- Como está la paciente esta mañana?. Espero que algo mejor!! - le dijo resignada ante el hecho de ninguna mejora.

Elena estaba a cargo de Julia, desde el primer día en el que empezó a trabajar allí y sin duda, aquel era el caso que más pena le provocaba...

Además, prácticamente eran familia..

La paciente era su concuñada. Su hermana Marta era la prometida de Raúl, el hermano de ésta.

El destino hizo que se encontraran en aquel mismo lugar un día en el que coincidieron por mera casualidad.

Como se suele decir, de toda gran tragedia siempre sale algo positivo pero aquel hecho no quitaba que la situación fuera toda una gran fatalidad....

Por lo que Elena tenía entendido Julia se encontraba en coma por un accidente que sufrió con tan solo 10 años el cual le causó daños cerebrales irreversibles dejándola postrada en una cama lo que era ya toda una década. Por desgracia, ni todo el dinero de su familia (que por lo visto era mucho), ni los especialistas más destacados, ni los mejores cuidados habían logrado que la chica se pudiera recuperar.

La enfermera nunca había visto unos padres tan constantes. Cuando hablaba con ellos no podía evitar entristecerse ante la negativa de éstos de no afrontar la realidad... sobre todo la de Ana, su madre, la cual estaba totalmente convencida de que volvería a ver a Julia con los ojos abiertos tarde o temprano.

Pero, las visitas diarias de sus padres y de su hermano, tampoco surtían efecto. Visitas que de buenas a primeras desaparecieron por completo desde hacía más de un mes como de la noche a la mañana.

Elena pronto se enteró por Marta del porqué aquel matrimonio había dejado de asistir al centro tan repentinamente. Lo que nunca supuso que la respuesta a aquella pregunta iba a ser mil veces peor de lo que había imaginado.

Por lo visto los padres de Julia habían sufrido un accidente de coche en el que ambos habían perecido.

Estaba claro que las desgracias no vienen de una en una!!!... pensó la enfermera.

Su hermana con rabia en los ojos le explicó lo desconsolado que estaba Raúl y que por ese motivo no le quedaría otra que posponer la boda la cual, llevaba más de tres meses planeado.

- Hombre!!! Es entendible que tu novio no tenga ganas de nada en estos momentos!! - le respondió Elena.

- Pero.. por mucho que no nos casemos no conseguirá que sus padres salgan de donde estan, no crees?.

- Mira que eres insensible!!! No te das cuenta que se a quedado solo en esta vida?? - le preguntó la enfermera en tono de reproche.

- Solo? Y yo qué? Es que yo no cuento para nada? - le contestó su hermana.

- Claro que sí!!! Imagino que a día de hoy debes de ser unas de las personas, si no, la más importante para él!! Pero debes de entender que hace apenas un mes que ha tenido que enterrar a sus padres y su única hermana está en coma!!! Por lo que tampoco puede contar con ella!!.

- Por Dios!!! El estado de Julia es unas de las cosas a las que tendría que estar más que acostumbrado!!! No me vengas con esas ahora!! - le respondió ella suspirando.

- Tú sabrás lo que haces!! Mi consejo es que aunque sé que no es precisamente tu fuerte, tengas paciencia!!.

- Está claro!!! No me queda otra!! Tendré que fingir que estoy a su lado y lo apoyo por completo!!!.

- Marta, si por un segundo te pudieras parar a pensar en las palabras que están saliendo por tu boca en estos momentos no podrías evitar sentir vergüenza hasta de tí misma!!.

- Hermanita!! Tú también pensarías igual si estuvieras en mi situación la diferencia que hay entre nosotras es que yo tengo los cojones de decirlo!! - respondió Marta con tono irónico.

Y sin más se dió la vuelta y se alejó alzando la mano despidiendose de Elena.

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