_____________𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐋𝐨 𝐃𝐢𝐫𝐚́_______________
Todas las noches soñabas con aquel chico pelinegro con mechones celestes, ese bardo al que disfrutabas soñar por sus canciones, por esas hermosas melodías que parecían, haber sido sacada...
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𝐇𝐨𝐠𝐚𝐫 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐡𝐨𝐠𝐚𝐫
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𝐀penas llegar a la entrada de Mondstadt, Venti escuchó un fuerte estruendo que lo hizo voltear rápidamente, se trataba de ______, la cual había colapsado en el piso de La Ciudad De La Livertad, Mondstadt. Sin perder ni un segundo más preguntó.
-¿Te encuentras bien? -La joven que estaba tirada boca abajo sólo levantó un pulgar en señal de aprobación y dijo-.
-Estoy bien, pero... caminar no es lo mío Venti.
-Bueno, ya llegamos a Mondstadt, y viendo tu estado actual, lo mejor será ir a, como tú lo llamas "El árbol gigante" -El muchacho solo se limitó a soltar una pequeña carcajada mientras intentaba imitar la voz de su acompañante, ella solo se levantó rápidamente al escuchar esa carcajada y chilló emocionada-.
-¡Venti! ¡Tienes una risa muy tierna! Me da años de energía. -Él solo miró a otro lado y sugirió aclarandose la garganta-.
-Será mejor que vayamos ya, entre más tarde se haga, más flojera te dará, te conozco lo suficiente para saber eso. -Pronto se apresuró a caminar rápido mientras sus pensamientos se encontraban en que. Nunca lo habían alagado por su risa, quizá alguna vez por su capasidad para beber, tocar instrumentos, para ser más exactos, su Lira, incluso por cantar, ¡Pero nunca por su risa! Quizá para todos se había vuelto tan cotidiana que les daba igual, pero ahí estaba ella, alagandolo solo por su risa. Eso era un acto de humanos... muy tierno a su parecer-.
-¿Estás bien? Ay no... ¿Dije algo inadecuado cierto? Perdón, tomo confianza muy rápido, no pensé que eso te molestaría. -Ella no comprendía que sucedia, sólo lo alago y se puso así, ¿Seguía enojado por lo que pasó en Liyue?-.
-¡No! No dijiste nada malo, es solo que... nunca nadie me había alagado por mi risa. -La voz del muchacho iba desapareciendo conforme iba explicando, aunque fuera muy despreocupado, explicar una situación como esa lo ponía realmente nervioso y avergonzado, pues, nunca había explicado esa clase de cosas-.
