_____________𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐋𝐨 𝐃𝐢𝐫𝐚́_______________
Todas las noches soñabas con aquel chico pelinegro con mechones celestes, ese bardo al que disfrutabas soñar por sus canciones, por esas hermosas melodías que parecían, haber sido sacada...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐥𝐚𝐫
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-𝐌uy bien, sigo yo. -Dije mientras tomaba la botella y le daba vuelta cayendo en Kaeya-.
-¡Kaeya! ¿Verdad o reto? -Pregunté intrigada-.
Bueno, estabamos jugando verdad o reto entre algunas personas de Mondstadt, como Bennett, Razor, Kaeya, Rosaria, Klee, Aether, Paimon, Albedo, Venti, Barbara y yo. Propuse el juego por que estaba aburrida y pensé en algun juego con el cual entretenernos. He aquí el resultado. Estabamos jugando verdad o reto en el bar de Diluc, mientras él limpiaba, nos dejo quedarnos con la condición de no hacer mucho desorden, por lo que nosotros claramente aceptamos aquella condición.
-No le temo a nada, ¡Reto!
-Te reto aaa... -Me quedé pensando unos segundos en un reto digno de ver, hasta que finalmente dije-.
-Que le des un abrazo a Diluc. -Apunté al pelirojo con un dedo, él estaba limpiando algunos vasos con ayuda de un trapo. Kaeya me miró con los ojos bien abiertos y negó-.
-Oh no, ¡eso si que no! Quién sabe que podría hacerme si se enoja. -Hizo un gesto indicando escalofríos, yo igual seguí alentandolo con ayuda de los demás, y al fin aceptó-.
-Bueno, ¿Qué podría pasar? -A los segundos regresó Kaeya con el pelo un poco chamuscado y la ropa quemada en ciertas partes-.
-...Me toca. -Murmuró Kaeya con el seño fruncido tomando la botella-.
Estuvimos así un muy buen rato, hasta que comenzó a hacerse de noche y no tardó mucho para que Diluc nos corriera casi a patadas a todos. Venti y yo nos fuímos a el Levantaviento, nos subímos a una de las ramas de el árbol y comenzamos a platicar un rato. No pasaban de las nueve de la noche, por lo que compartiamos risas y sonrisas. De un momento a otro, un tema salió y Venti comenzó a contarme una "Historia". Lo que yo no sabía era de que esa "Historia" estaba basada en hechos reales.