.-𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 19-.

313 42 0
                                    

¡𝐀 𝐥𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡𝐀 𝐥𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧!

𝐔n joven bardo se encontraba durmiendo calida y tranquilamente en un árbol, la brisa era tranquila y los pájarillos cantaban una melodiosa melodía, dando a entender que ya era de día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝐔n joven bardo se encontraba durmiendo calida y tranquilamente en un árbol, la brisa era tranquila y los pájarillos cantaban una melodiosa melodía, dando a entender que ya era de día. Y había que levantarse, él no tenía intención alguna de levantarse, era una mañana perfecta, pero como cualquier otro día donde todo va de maravilla, siempre llega alguién a quitarte esa paz, y ahí estaba nuestra protagonista, que de un momento a otro gritó.

-¡Venti!

-¡AAAH!
-El joven aturdido, sin darse cuenta lanzó un ataque de aire, que ella apenas fue capaz de esquivar. Él solo suspiró y dijo-.

-______, me asustaste, lo siento, de verdad me tomaste por sorpresa, ¿Qué? ¿Qué necesitas?
-Preguntó el bardo apenas carburando-.

-¡Qué bueno que lo preguntas! Quería preguntarte qué haremos hoy.

-Hmmm... ¿No quieres esperar un poco más? Son apenas las siete de la mañana. Es... demasiado temprano.
-Susurró, en verdad quería dormir un poco más, pobre bardo-.

-Nop, ¡Amanecí con mucha energía! y no puedo desperdiciarla, si esperamos un poco más posiblemente mis ganas de entrenar se irán.

El joven sólo suspiró, se levantó de aquel cómodo pasto y miró a la joven con detenimiento para luego decir.

-Muy bien, si de verdad tienes ganas de entrenar, hoy aprenderas a manejar tu consentración, en momentos de peligro debes de estár consentrada, pues si llegas a distraerte tu visión puede fallar a la hora de brindar un ataque. Así que haremos algo muy sencillo.
-Comenzó a caminar hacia quien sabe dónde. Ella sólo se limitó a seguirlo, cuando de repente él paró y fue ahí cuando se dio cuenta que se encontraban al lado de un rio-.

-¿Qué hacemos aquí Venti?
-Preguntó extrañada-.

-Muy bien, esto será como el entrenamiento de ayer, solo que diferente.

-¿A qué te refieres?
-Cuestionó temerosa, imaginando que era lo que iban a hacer-.

-Vas a elevarte con tu visión al centro de este rio, y tratarás de quedarte el mayor tiempo posible levitando ahí.
-Explicó-.

ღ𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒓𝒂́ღ Venti y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora