_____________𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐋𝐨 𝐃𝐢𝐫𝐚́_______________
Todas las noches soñabas con aquel chico pelinegro con mechones celestes, ese bardo al que disfrutabas soñar por sus canciones, por esas hermosas melodías que parecían, haber sido sacada...
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𝐏𝐚𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐭𝐚𝐝𝐚
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𝐂uando me desperté, estaba como nueva, de nuevo era una chica, lo cual era bueno por que no tendría que sufrir de nuevo si tenía ganas de ir al baño. Pero mientras celebraba mentalmente sobre el hecho de que había vuelto a la normalidad, recordé algo.
-¡HEIZOU! -El gritó que dí hizo que Venti se despertara confundido, me preguntó qué pasaba y le pregunté tomandolo de los hombros de una manera un poco brusca-.
-¡Venti! ¿¡Qué hora es!? -Pregunté como si mi vida dependiera de ello-.
-Uhhh... las 7:55... ¿Por qué la pregunta? -Cuestionó adormilado sin entender que pasaba-.
-Bien, si uso mi visión y me apresuro llegaré a tiempo... -Murmuré apurada mientras tomaba mis armas y activaba mi visión-.
-¡Vuelvo en un rato Venti! -Avisé sin esperar respuesta, para después salir volando tan rápido pude con ayuda de mi visión-.
-Qué te vaya bien, te quiero... -Murmuró Venti cuando apenas reaccionó, viendo a la chica desaparecer en la distancia-.
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-¡Llegué! -Avisé mientras tomaba aire, mi respiración estaba agitada-.
-Oh, ¡Qué bien que llegaste! -Dijo Heizou dejando de hacer sus estiramientos para voltear a verla. Tomó su reloj, vio la hora y dijo-.
-Y a la hora exacta. ¡Qué bien! Me agrada la puntualidad. -Gorou sólo volteó a verlo callado para después seguir comiendo su manzana-.
-¿Y qué clase de entrenamiento me enseñaras Heizou? ¿Algún convate con arma? ¿Utilizaré alguna clase de habilidad especial? ¿Podré hacer figuritas con mi visión? -Di pregunta tras pregunta mirandolo cada vez más feliz-.
-Eeeh, no, no y no. -En cuanto dijo eso, todas mis ideas se hicieron añícos, y solo pregunté bastante triste-.
