𝐔𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨
𝐂uando desperté apenas estaba amanecíendo, para ser sincera la vista era bastante hermosa, me quedé contemplando aquel bello panorama que se encontraba frente a mí, estaba bastante absorta en mis pensamientos, hasta que sentí un peso en mi hombro.
Volteé y miré a Venti, el cual aún se encontraba durmiendo al lado mío, con su cabeza reposando sobre mi hombro.Sentí un cosquilleo en mi estómago y mejillas, era un sentimiento bastante agradable. Se le veía tan relajado y tranquilo, podía fijarme de muchos detalles.
Sus pestañas eran largas y un poco rizadas, unas pestañas de envidía.
Sus mejillas tenían un pequeño tono rosado, que hacía resaltar aún más sus facciones.
Su cabello parecía tener una textura suave y liza.
Los rayos de luz que pegaban en su rostro lo hacían resaltar mucho.
Mientras que sus labios eran de un tono rosado, pero un rosado que no resalta mucho, un tono perfecto-Espera, ¿Por qué estaba pensando en eso? ¿Se estaba enamorando? No, eso no podía ser posible. Él era su amigo ¿No?
Tal parece que estaba tan absorta en mis pensamientos, que ni siquiera me dí cuenta en el momento que él comenzó a despertar.-Waaah. Buenos días ______.
-Saludó el joven mirandola con una sonrisa-.-...
-Ella ni siquiera contestó, estaba muy perdida en sus pensamientos-.-¿______?
-Llamó inclinando un poco su cabeza, sin entender por que no había de vuelto aquel saludo-.-...
-La joven siguió sin contestar, cosa que el bardo comenzó a tomarlo un poco personal y la movió ligeramente para después decir cerca de su oído tratando de no elevar demasiado su voz-.-¡______!
-Fue en ese momento en el que ella dejó de estar perdida en sus pensamientos, para voltear a verlo sorprendida y decir-.-¡V-Venti! ¿H-Hace cuánto estás despierto?
-Pregunté nerviosa, temerosa a que quizá él hubiera visto cuando lo observaba con descaro-.-Hace menos de un minuto ¿Por qué la pregunta?
-Por nada, sólo mera curiosidad.
-Rió nerviosa-.
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ღ𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒓𝒂́ღ Venti y tú
Fanfic_____________𝐄𝐥 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐋𝐨 𝐃𝐢𝐫𝐚́_______________ Todas las noches soñabas con aquel chico pelinegro con mechones celestes, ese bardo al que disfrutabas soñar por sus canciones, por esas hermosas melodías que parecían, haber sido sacada...