ღ𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒓𝒂́ღ Venti y tú

.-𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 1-.

❊𝐇𝐨𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫 𝐚𝐝𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚❊

𝚈a era hora de dormir, lo que significaba una sola cosa. Volver a escucharlo tocar, ese era mi pasatiempo favorito de dormir, pues escuchar a aquel chico tocar la lira era la mejor medicina para quitar el estréz que existía.

Sin darle más vueltas al asunto, me recoste en aquella suave y acolchonada cama. Cerre los ojos y comence a soñar.

Aquí estaba de nuevo, el pasto algo largo pero verde en su totalidad, la oscuridad de la noche, acompañada por el sol que comenzaba a asomarce para dar inicio al día. El árbol grande y precioso, con aquellas hojas verdes y preciosas.
Caminé en dirección a la esquina dónde siempre me sentaba. Y cerre los ojos, disfrutando de aquel bello clíma que me regalaba la noche.
En ese momento logre escuchar unas pisadas apróximarce. Era él, ese bardo que venía para cantar sus hermosas melodías, practicando sus tonos para luego compartirlos con su pueblo apenas iniciar la mañana.
Emocionada por saber qué cantaría esta vez, afiné mi oído para escucharlo mejor, sus pisadas terminaron con él sentandoce en la esquina contraría del árbol, haciendo aparecer su lira, tomarla y acomodarla con delicadesa para comenzar a cantar.

Mientras cantaba, los pájaros se despertaban, las ardillas se acercaban, y las mariposas lo rodeaban, era un momento tan hermoso de ver. El viento parecía estár de su lado, pues entre más fuerte eran las tonadas, más mecía el viento a los árboles y hacía caer las hojas, era un momento digno de ver.
Cuando el chico terminó de cantar, yo hablé pensando que él ni siquiera me escucharía.

ーQué hermosa letra, esta vez sin duda alguna te superasteー, alagué emocionada por lo que había visto e oídoー.

ー¡Muchas gracias! Eso sin duda alguna a sido muy lindo de tu parteー, Respondió dandome una calida sonrisa, volteando a verme en el procesoー.

ー¿P-pero qué?ーpregunté retrosediendo al darme cuenta que me estaba viendo y escuchandoー.

ーHola mayor admiradoraー.

Saludó éste, yo ni siquiera pude corresponder el saludo, estaba en 𝔰𝔥𝔬𝔠𝔨, no sabía que él había podido verme todo este tiempo, tan solo pensar en eso hizo que mis mejillas se calentaran.

ー¿eh? ¿Qué pasa? Sabes, es lindo de tu parte ese detalle, venir aquí todas las noches solo para escucharme cantar. Yo creo que es un detalle bastante lindo, pero es raro en cierto punto, porque, siento que somos cercanos, pero me niego a pensar en eso porque, no sé tu nombreー. Comentó el chico riendo y tocando la parte tracera de su nuca con su mano.

ーeeeh. '_____' soy '______' y perdón si llegó a incomodarte mi precencia, es solo que creí que no podías vermeー.
Murmuré aquellas ultimas cinco palabras.

ー'______' ¿eh? Qué hermoso nombre, Soy Venti, Venti el bardo. Es lindo presentarce al fin ¿no crees? Así sentiré que somos más cercanos, ¡Ya sé! Sé mi amiga por favorー.

ーClaro. Está bien, entonces ¿somos amigos ahora?ー, Pregunté aún sin entender muy bien qué estaba pasando.

ー¡Genial! Espera a que Diluc te vea, al fin podrá dejar de decir que no hago más que beber y tocar músicaー.

ー¿Diluc?ーPregunté sin saber a quién se refería.

ーSí, Diluc, un amigo míoー.
Respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

ーEspera, ¿No sabes quién es Diluc? ¿En qué piedra haz vivido todo este tiempo como para no saber?ー.

ーPasa que, hasta donde yo sé, todo esto es un sueño, ¿N-no?...ー.

ー¿Un... Sueño? ¡Claro qué no! Todo esto es realー.

ーNo puede ser posible claramente es un sueño, ¡me queda claro eso!ー.

ー...Ya veo, así que es esoー. Susurró

ー¿Qué es qué?ー. Pregunté.

ー¡Nada! Sólo meditaba un poco la situación, no te preocupesー.
Respondió con una sonrisa.

ーSi tú lo dicesー. Dije no muy confiada.

ーSi no eres de por aquí, entonces ven, ¡tengo mucho que enseñarte!ー.
Chilló emocionado dando saltitos, para después tomar mi mano y comenzar a caminar por aquel clase de bosque.

ー¿Adónde vamos?ー.

ーA que conozcas Mondstadt '____'ー.
Respondió divertido.

ーPero aún no es de díaー. Excusé.

ーEn la caminada lo seráー.

ーPero nadie estará despiertoー.

ーAquí todos madrugan, no te preocupesー.

Suspiré desganada, sabía que no podría ganarle a la terquedad del chico. Solo me deje guíar por su mano, ¿Quién diría que ese sería el inicio de una gran aventura?