Capitulo 14: James Potter III

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Descargo de responsabilidad: no soy dueño de la serie de Harry Potter.

OTRO descargo de responsabilidad: no soy dueño de esta historia, pertenece a Err Ann de fanfiction.net, ¡yo solo traduzco por amor al arte!

Ahora, ¡ve y disfruta, amor! (¡Y por Merlin, comenta!)

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Al día siguiente, después de hablar con sus amigos y tranquilizarlo por centésima vez, James se encontró parado frente a las puertas que conducían a la biblioteca. Comenzó a caminar de un lado a otro antes de detenerse frente a la puerta, solo para gruñir de frustración y comenzar a caminar de nuevo. El líder de los Merodeadores se sintió ansioso, como era de esperar, pero se obligó a calmarse, sabiendo que si no borraba sus dudas, nunca llegaría a ninguna parte con Hermione.

Él le había mostrado las profundidades de su corazón. Ahora, era el momento de mostrarle lo serio que era con ella.

—Hola, Hermione. —pronunció James en el pasillo vacío. Se aclaró la garganta y volvió a intentarlo. —Hola, Hermione. Sólo quiero saber si quieres salir conmigo. —se encogió cuando sintió que su corazón intentaba salirse de su pecho. —No, no. No quiero salir demasiado fuerte. Lo intentaré de nuevo.

Se aclaró la garganta y se imaginó hablando con Hermione. Las palmas de sus manos se estaban poniendo sudorosas ante la idea.

—Hola, Hermione. Puede que no nos hayamos conocido oficialmente, pero mi nombre es James Potter. Probablemente me conoces porque fui yo quien planeó todo hace unas semanas. Solo quiero que sepas que me gustas mucho. No, te amo. Y quiero estar contigo, pero está bien si no te agrado. —James hizo una mueca. —Voy a arrastrarme hasta un rincón y morir. Adiós.

James gimió y se frotó la cara.

—Mantén la calma, James. Con clase. No querrás que Hermione se escape, ¿verdad? Relájate, Potter. Este es el amor de tu vida. Esta es tu futura esposa. Tienes esto.

Respiró hondo y caminó hacia las puertas cerradas, solo para retroceder en estado de shock cuando se abrió para revelar a Madame Pince, quien le dirigió su famosa mirada.

—¿Y bien? ¿Vas a quedarte allí todo el día? —ella gruñó antes de empujarse hacia atrás y regresar detrás de su escritorio.

James se sonrojó y se apresuró a entrar. Se dirigió hacia la esquina trasera de la biblioteca, sabiendo que era su lugar elegido porque le daba privacidad. Suspiró con ternura cuando la vio enterrada bajo tomos mientras escribía en su pergamino, su tupido cabello atado en un apretado moño. Mechones de cabello se escapaban y enmarcaban su hermoso rostro.

Se veía tan perfecta.

James se aclaró la garganta y ella levantó la vista, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. La boca de James se secó cuando fue atrapado por su mirada oscura y brillante.

—Hola. —James graznó. Se aclaró la garganta y lo repitió de nuevo pero esta vez fue más claro. —Hola. ¿Puedo sentarme contigo hoy?

Hermione se recuperó de su sorpresa y se recostó contra su silla, con el fantasma de una sonrisa jugando en sus labios. —Bueno, si no es el infame James Potter. —dijo en un tono burlón. —Ya era hora. Estaba empezando a pensar que nunca te acercarías a mí. Por favor, toma asiento.

James casi muere. Fueron las frases más largas que jamás le dijo. Por lo general, recibía un saludo con la mano o una sonrisa cortés cada vez que la saludaba y, aunque esas cosas le alegraban el día, nada se comparaba con esto. Siempre disfrutó escuchando su voz, más profunda y ronca que la del resto de las chicas pero con un toque de feminismo, cuando descubrió que había muchas voces diferentes que ella usaba. Estaba la Voz de conferencia cada vez que respondía la pregunta de un profesor, la Voz de "¿Sabías que...?" cada vez que compartía algo con sus compañeros de Ravenclaw, la Voz educada que siempre usaba cada vez que hablaba con los profesores o con alguien que no conocía, y ahora su voz burlona que estaba dirigida a él.

JUST A SMILE |HG×JP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora