JUST A SMILE |HG×JP|

Capitulo 31: Remus Lupin II

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de la serie de Harry Potter.

OTRO descargo de responsabilidad: no soy dueño de esta historia, pertenece a Err Ann de fanfiction.net, ¡yo solo traduzco por amor al arte!

Ahora, ¡ve y disfruta, amor! (¡Y por Merlin, comenta!)

.
.
.

—Hermione está preocupada por ti. —Le susurró James discretamente al chico alto de cabello color arena frente a él mientras su nuevo profesor de DADA daba una conferencia de fondo.

Remus se puso rígido imperceptiblemente. —¿Porqué es eso?

—Sabes por qué. —James era el epítome de la inocencia mientras escribía notas con diligencia. Era bastante bueno hablando en clase sin que los profesores se dieran cuenta. Era una habilidad que Sirius nunca dominó. —Ella notó que te veías enfermizo el otro día.

Remus de repente se sintió asustado. Sabía que en el momento en que se acercaran a Hermione, más posibilidades tendría ella de descubrir lo que él realmente era: un hombre lobo. Hermione era una bruja muy inteligente. No tenía dudas de que ella notaría su palidez y mala postura cada vez que la luna llena se acercara y ella reconstruiría todo y eso sería todo: James también podría despedirse de su nueva relación con la bruja.

—¿Le dijiste? —Exigió Remus, apretando la mandíbula y tratando de no gritarle en medio de la clase.

Faltaban dos días para la luna llena y cada hora se ponía irritable. Su lobo sintió el llamado de la luna y estaba inquieto. El monstruo ansiaba liberarse del cuerpo humano de Remus. En efecto, Remus siempre estaba cansado, nervioso y fácilmente irritable. Sentía la piel tirante, con picazón y muy incómoda, y le dolían los músculos.

—No—, dijo James, con voz tranquila. —Pero yo quiero.

—James, —gruñó Remus en advertencia. —Esa no es tu decisión.

Escuchó al líder de los Merodeadores resoplar. —¿Por qué crees que te lo mencioné en primer lugar?

—Te lo prohibo. —La voz de Remus era fría como el acero.

—No puedo simplemente mentirle a mi bruja, Remus, —siseó James detrás de él. —No puedo ocultarle secretos.

—Vas a. —Lo miró con el rabillo del ojo. —Lo harás y podrás. Y será mejor que reces para que ella no te escuche decir que ella es tu bruja. No es una propiedad que puedas reclamar.

James se encogió de hombros descuidadamente. —Ella es mi bruja tanto como yo soy su mago. No se deben el uno al otro. Se pertenecen el uno al otro.

—¿Cual es la diferencia? —Remus murmuró amargamente mientras apretaba su puño, su pluma rompiéndose dentro de su palma. —Déjalo, Prongs. No es el momento adecuado para decírselo todavía.

James gimió pero mantuvo la boca cerrada por el resto de la clase. Remus sabía que la conversación estaba lejos de terminar. Por un momento, le preocupó decirle la verdad a Hermione. Estaba claro que ella era buena, pero Remus sabía por experiencia que incluso las personas buenas cambian cuando se enteran de su maldición de licantropía. Tuvo suerte con James y el resto de sus amigos pero sabía que no se podía decir lo mismo de todos los demás. Tenía miedo de que una vez que ella se enterara, se mantuviera alejada de él y terminara su relación con James.