Juno

13

Juno regañó a Júpiter por abrir la puerta de golpe.

—Lo vas a romper.

Siguiéndola a la habitación, Júpiter preguntó:

—¿Cómo puedes estar tan tranquila?

Parecía estar tranquila.

'Eso es un alivio.'

Después de mirarlo fijamente por un momento, Juno dijo:

—Te lo dije antes, ¿no? Podría convertirme en la esposa de un anciano.

—¡Juno!

Volvió a azotar la puerta para cerrarla. Esto no era algo para que otros escucharan.

—Bueno... Si es un anciano humilde, me habría enojado con el marqués. Pero es el conde Sergien.

—...

Si hubiera sido cualquier otra persona, Juno no habría aceptado el matrimonio.

'Estoy seguro de que habría sido capaz de hacer algo.'

Sin embargo, el marqués se negó a dejar escapar a Juno de este matrimonio. Miró a Júpiter y dijo:

—Lo hecho, hecho está.

—Nunca sabes. El alquimista...

—¿Qué pasa, Júpiter?

—¿Perdón?

Júpiter estuvo tan cerca de convertirse en el próximo marqués. No debería ser tan emocional.

—Mira la realidad de la situación.

Tenía que ser arrogante y pretencioso, como siempre lo había sido.

—¿No es este el momento en el que me pides que sea amable contigo? —ella preguntó.

—¡Juno!

—Podrías beneficiarte a largo plazo si el conde me favorece.

Ella se acercó a él y continuó:

—Por supuesto, te prefiero a ti antes que al hijo de Lilith. Puedo ayudarte a convertirte en el heredero.

—No digas eso.

Juno rió amargamente.

—Aprecio que estés enojado por mí, pero deberías parar.

—¡Puedes ser tan frustrante a veces!

—Es interesante. Nunca pensé que te vería tan molesto —dijo Juno.

Quería superar esto de la mejor manera posible. No quería negar el hecho de que no podía cambiar nada. Juno trató de cambiar de tema.

—Nunca gritaste así, incluso cuando estabas enojado, ¿eh?

Pero Júpiter no tenía intención de ocultar lo que ahora tenía en mente.

—¿No sabes cómo me siento?

Juno lo miró fijamente sin decir nada.

'¿Cómo podría no saberlo?'

Ella no era idiota. Juno era consciente de la intimidad entre ellos.

'¿Quieres hablar de eso ahora?'

Entendió el significado detrás de su mirada, pero no desvió la mirada.

—Lo sé —dijo lentamente.

—... ¿Lo sabes?

—Sí.

No sabía por qué le gustaba a Júpiter, pero había algo entre ellos.