Juno

26

Juno se avergonzaba de hablar de Júpiter con Peter. Ella murmuró:

—Ya que me has estado vigilando, sabes quién es él.

—Te he estado observando. No me importaba nadie más.

—Lo conoces, ¿no?

—Solo soy vagamente consciente de las cosas.

Peter reconoció quién era Júpiter cuando escuchó el nombre de Júpiter y sabía sobre la Casa Trish. Probablemente estaba preguntando sobre la relación de Júpiter con Juno. Insegura de cómo explicarlo, dijo:

—... Le gusto mucho.

—¿Y a ti?

—Me gusta el.

—Lo estás ignorando a propósito, ¿no? ¿No quieres comprometerte?

—... Pensé que sería imposible —dijo Juno y sonrió con amargura.

—¿Vas a hacer algo al respecto?

—¿Qué crees que debería hacer?

Peter la miró fijamente. Juno también sabía que no estaba bien pedirles una respuesta a los demás.

Él suspiró.

—¿Es gran cosa salir con alguien cuando eres joven?

—¿Crees que debería salir con él?

—Incluso si ustedes dos no se casan, nadie dirá nada al respecto.

Peter era demasiado indiferente.

—¿Y si le doy todo y no me corresponde?

Peter chasqueó la lengua.

—Cobarde.

Juno se rió. Sabía que era una persona cobarde y codiciosa.

—Tienes razón. Las personas a las que doy mi corazón para que siempre me dejen.

Su madre, Nereus, los que se preocupaban por Juno desaparecieron.

'Técnicamente, Peter también cuenta.'

Peter la miró sin decir una palabra. La razón por la que Juno evitaba cosas como esta era por su infancia. Ella pensó que eventualmente desaparecería, pero no fue así. Su miedo siguió creciendo.

Después de que pasó un tiempo, Peter habló.

—... Nadie aquí te dejará porque todos son muñecos. Incluso yo viviré más que tú.

—...

Juno no pudo evitar sonreír. No estaba equivocado. Juno temía estar sola más que morir.

—Entonces, si él se ha ido pero tú aún no estás muerta, y te sientes triste por eso...

Juno se quedó sin habla antes de estallar en un ataque de risa. Peter estaba tratando de evitar su mirada. Ella preguntó:

—Estás avergonzado, ¿no?

—...

Juno se acercó a Peter y lo abrazó con fuerza. Él le dio unas palmaditas suaves en la espalda.

—Entiendo —dijo ella.

—Bueno.

Juno rió y lo soltó.

—Debo hablar con John y Hebe. Especialmente John.

—¿Por qué?

—Creo que escuchó mi conversación con Júpiter.