Capítulo XLVIII:

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—TaeHyung —nombra Joshua de manera constante, el aludido por su parte continúa dormido en la cama de su litera. —Es hora de despertar, Hyung —indica.

Joshua suelta un suspiro y se acerca al peli-café, se lanza sobre él y comienza a pellizcar las mejillas del mayor.

—No... Josha malo, malo, bájate —indica entre sueños, aquello hace reír al menor pero solo es indicio de que continúe haciéndolo.

—Ya es momento de que te despiertes.

—No han tocado las campanas... —no abre los ojos.

—Quiero mostrarte algo.

Los ojos de Tae se abren y le miran con cansancio.

— ¿Qué cosa?

—Ven.

Tras varios segundos en los que el mayor parece recuperarse se sienta en la cama y luego de que Joshua lo tome de la mano los dos se ponen de pie.

—Vamos. —Susurra, el mayor se deja guiar, sale por el marco sin puerta de la habitación y se encamina por el pasillo hasta llegar a las escaleras que conllevan a los pisos de arriba.

El orfanato tiene 5 pisos y una terraza, por lo que suben los 5 pisos.

— ¿Qué hacemos aquí?

—Yang me mostró algo hace unos días y me dijo que podía enseñártelo a ti también —explica.

Ambos llegan a la puerta de la terraza y es Joshua quien la abre, deja a la vista la imagen oscura del día.

— ¿Qué hacemos aquí?

—Esperamos a que salga el alba —indica Joshua ingresando luego de sonreírle.

— ¿El alba? —Camina detrás de él, los dos se dirigen a la reja que hay en el lugar. TaeHyung en algún momento escucho que la pusieron para evitar accidentes ya fuese de parte de los niños o los Hal-aebojis o Halmeoni.

—Es la primera luz del día antes de salir el sol.

—No entiendo.

—Tiene que ver con los primeros rayos que llegan a la atmósfera, yo tampoco entiendo muy bien pero se ve genial. Ven.

Lo toma de la mano y lo hace encaminarse con él hasta la reja, ambos se quedan de pie observando, y Tae se fija en que comienza a percibirse una delgada línea de color a lo lejos.

— ¿Esa es la alba?

Joshua emite un sonido en señal de afirmación.

—Es linda, ¿no es así?

TaeHyung deja de mirar la línea de luz a unos kilómetros de él y pasa a mirar a Joshua, su hermano tiene una sonrisa en el rostro.

—Sí, lindo.

Hay un breve silencio entre los dos, Joshua mira el alba sin dejar de sonreír y Tae pasa de mirarlo a él al alba y así de manera consecutiva.

—Joshua.

— ¿Sí?

— ¿Qué es lo que sientes?

— ¿Mmh?

—Sí, ¿qué emoción sientes viendo el alba?

Joshua lo mira y Tae puede ver que sus cejas están unidas en una señal de confusión, eso parece recordar del tablero de emociones que tiene.

—Mmh, aliviado y relajado.

Tae asiente con la cabeza.

— ¿Tú? —Regresa la cuestión Joshua, el mayor lo mira y se cruza de brazos.

Soñar es necesario para la vida - KTH+MYG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora