𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈

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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈: "𝐋𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐁𝐚𝐡𝐫𝐞𝐢𝐧"

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈: "𝐋𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐁𝐚𝐡𝐫𝐞𝐢𝐧"

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Inicio de Temporada
Gran Premio de Bahrein, 2023

Los jadeos de Checo se escuchaban por toda la habitación, logrando una perfecta armonía con los gemidos del más alto, quien lo embestía con fuerza, marcando un ritmo indecentemente obsceno, calentando aún más a la pareja. El castaño había perdido la cuenta de cuántas rondas llevaban, su cuerpo dolía, se sentía tan agotado y más sin embargo, no quería que su pareja parara.

- Por favor, por favor por favor.- Exclamó en un gemido ahogado.

-¿Qué pasa mi amor? ¿No te gusta como te follo?- Preguntó su pareja, aumentando la fuerza de las embestidas, provocando un grito del mexicano.

- Por favor.- Checo estaba en cuatro y solo ocupo encorvar su espalda para darle una vista inmaculada a su compañero, quien al notar la acción, colocó sus manos en la esbelta cintura del castaño, aumentando las embestidas, dando en el centro de este, quien mordía la almohada para evitar gemir de maneras ruidosa, se sentía avergonzado de gemir.

El más alto al notar esto, se encorvó, dirigiendo su mano derecha al cuello de su compañero, presionando y alzándolo un poco, en el momento justo para escuchar el gemido de sorpresa de su compañero ante la acción.

- ¿Qué pasa mi sol? Tus gemidos ya los escucharon todo el mundo, así que más vale que no cierres la boca o te follare en cada puto espacio de la habitación.- Habló embistiendo más al mexicano, quien gritó del placer al sentir las firmes embestidas en su próstata mientras apretaban su cuello lo suficientemente fuerte.- Así me gusta.

El sonido de las pieles chocar era obsceno, provocante y lo suficientemente romántico, el de ojos cafés sentía su orgasmo formarse, gimiendo inaudibles más, amando como el más alto lo complacía completamente ante su pedido, el lubricante escurría por sus piernas, el aroma a café, pino fresco y chocolate juntos en la habitación estaba nublando más sus sentidos.

- Márcame, márcame alfa.

Hablo totalmente desordenado y trabado, siendo imposible pensar con su orgasmo a punto de llegar.

- Con gusto mi omega.


- Por favor lléname... oh por dio...








𝐈𝐧𝐬𝐭𝐢𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝑏𝑒𝑠𝑜𝑠 𝑦 𝐬𝐮𝐬𝐩𝐢𝐫𝐨𝐬: 𝐴𝑟𝑜𝑚𝑎 𝑎 𝑐𝑎𝑓𝑒́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora