Cap 2 : La Esperanza En El Infierno

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—JAJAJJAJ MIRATE, PATÉTICO — rio la demonio baca.

La habitación estaba llena, era hora de dormir, pero lo último que se hacía en ese lugar era eso, aunque quisieras. Las risas, gritos, lloriqueos y gemidos no dejaban de llegar a las orejas del demonio macaco. Se sentía agobiado. Tapaba sus orejas para tratar de pasar el horrible dolor, pero no había caso, su cabeza palpitaba y sus oídos solo pedían silencio.

"infierno" recuerda esa palabra implementada por Yueliang. El infierno, lugar donde los seres malvados son llevados alejándose de Dios y el cielo. Era de la mitología Católica, pero no dejaba de sentir que ese lugar era el infierno, un lugar donde los seres sin corazón vagaba y se hacían daño mutuo. Sí, ese lugar se podría llamar infierno.

[…]

—No pelearán contra demonios cualquieras ¡Si no que dioses! ¡Identidades poderosas! ¡No tendrán piedad por sus miserables vidas! ¡Los asesinaran si es que tienen piedad! — gritaba el general DBK.

El macaco negro solo sentía como su cuerpo débil pedía comer, sentía hambre, demaciada, pero sabía que lo haría cuando el general DBK terminará su discurso para la guerra.

—¿Por qué sólo nosotros iremos? — se quejo en un susurro el mono.

Había escuchado como los generales planeaban la guerra, solo uno de ellos iría y los otros se quedarían mientras comían en abundancia.

—El general Peng Mo Wang los acompañará. No ganaremos una guerra, si no que ustedes ganarán su libertad. Todo aquel que llegue con vida en el triunfo tendrá una vida justa en el nuevo reino, pero si perdemos y uno de ustedes llega con vida, créanme cuando digo que lo que están viviendo no se compara con lo que pasarán — con ello se retiro dejando a Peng Mo quien estaba a su lado.

—Vayan a comer. Será un largo día — hablo el general ave.

Todos se empezaron a dispersar yendo a buscar un plato de comida.

Era extraño que solo el general Peng fuera con ellos, él estaba más encargado en cuanto las armas y Demon Bull King a entrenar a los soldados y dirigir las guerras.

—El general DBK se está debilitando — hablo derepente Liu er.

—Sí, lo note, desde que su hijo empezó a controlar su fuego parece estar más ausente. Y pensar que ese miserable niño tiene más derechos que nosotros en este lugar — Red Son era muy mal visto en ese lugar, hijo de una mujer que antes era del reino celestial. Pero aún así tenía poder, el hijo de uno los 6 generales, era todo un caso —¿Tú crees que cumplan? — Liu er la miro confundido —De que si ganamos nos dejaran libres — volvió a hablar Yueliang .

—Sí lo harán, pero probablemente no todos volveremos, es una forma de manipularnos para que luchemos hasta el final, sabes, para que queramos volver — respondió el macaco mientas seguía comiendo.

[…]

La agilidad del demonio macaco era impresionante derribando a sus oponentes con una gran facilidad y con unos movimientos rápidos. Pero con esa arma ya sería casi invencible.

—Estas armas fueron creadas con el mismo filo y poder del cuchillo volador del Daoísta Lu Presusure. Capas de matar a un buda. Esto los ayudará en esta guerra —a TODOS se le fue entregada una arma con filo del cuchillo volador.

Era imposible que perdiera esta guerra, tenía que sobrevivir, no soporto ser quitado de su familia humana, ni tampoco que lo humillaran, le sacaran su ojos derecho y le rompieran sus Ear cap dejándolo con su audición sensible. No, no había soportado tanto para que ahora que podría tener su libertad se muriera.

El entrenamiento comenzó como de costumbre, peleó con novatos y con experimentados, todos y cada uno cayeron como moscas quedando sumamente adoloridos.

El día termino como de costumbre y se fue a duchar. Se sentía exhausto, miro su pelaje maltratado y su cuerpo lleno de rasguños y algunas mordidas. Ocupar los dientes era elemental, no solo él ocupaba esa técnica gracias a sus dientes sumamente afinados, si no que también otros lo hacían causándole grandes dolores.

Vio como la sangre ensuciaba el agua. Fue una ducha rápida, no les permitían tener tantos lujos sacándolos depues de 10 minutos, no importaba si no habías terminado, tenias que irte y secarte.

Al llegar a su habitación se cambio su ropa teniendo su polera blanca sucia y sus pantalones negros dejando sus pies y brazos desnudo.

Volvió al mismo siclo, ese punto donde ya estaba harto y lo único que quería era morirse. No tenía ningún amigo, hablaba con Yueliang y podía tener una conversación sin llegar a los golpes, pero no eran amigos. En ese lugar nadien era amigo de nadien.

Cuando todo el ruido seso y se empezaron a dormir los demás, pudo salir de la habitación a escondidas. Fue hacía la ventana más cercana la cual tenía garrotes para que nadien escapara y se puso a mirar la luna.

El silencio lo calmo y de apoco sintió como sus ojos empezaban a producir lágrimas, vaya día, vaya año, vaya vida de mierda que tenía. Criado por el mal y dolor, una alma débil que se le fue obligada a matar y mostrarse fuerte aunque no lo sea.

Se sentó a descansar, sabía que pronto esos momentos de paz no volverían en un largo tiempo, era mejor aprovecharlos.

[…]

Lloraba en medio de la oscuridad, le dolía, le dolía demaciado.

Se toco el ojo para solo sentir como caían los líquidos salado y rojo.

Dolor, parecía que era lo único que sabia sentir.

—Escucha bien pedazo de carne, tu le perteneces a Dao, hará lo que quiera contigo y tu tendrás que callarte y obedecer. Para la próxima no seré gentilel pobre macaco lloraba y temblaba por la impotencia que le provocaba todo.

El general se retiro dejando al mono negro sufriendo en su pequeña agonía. Tuvo la oportunidad de apuñalarlo, pero no le encontró sentido, solo  se sentenciaria.

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El Nacimiento Del Hijo De Un Creador (Shadowpeach) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora