Cap. 5 : Ayudando Al Enemigo

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Wukong ayudaba a Azure a tratar de salir de esos cuerpos muertos. El león estaba muy herido, pero no había muerto gracias a los soldados caídos del reino terrenal. Pero eso no quito sus grandes quemaduras.

¿Que sucedió? — dijo Wukong mientras llevaba del hombro al otro. No fue difícil cargarlo ya que estaba acostumbrado a ocupar su bastón, pero eso no evitó tener dificultades al trasladarlo.

No lo se, estaba luchando cuando todos empezaron a dejar de atacar por una luz... era... muy brillante. Cuando trate de ver que o quien producía esa luz todo volvió a oscurecerse y unos segundos depues estaba tirado en el suelo con grandes quemaduras — hablo con dificultad el león mientras se quejaba por el dolor.

De apoco Azure dejo de tratar de caminar y de apoco empezaba a cerrar los ojos.

No, vamos Azure, yo se que tu puedes, tienes que resistir, ya estamos llegando — hablo Wukong mientras bajaba al demonio león para que dejara de hacer esfuerzo.

—¿A dónde vamos? — pregunto mientras tosía sangre.

Tengo que buscar un botiquín para curarte. Quedate aquí, volveré pero cuando estaba apuntó de correr para buscar lo mencionado sintió como Azure le tomaba de la mano.

No... no tiene sentido, mis amigos están muertos y mi esposa también. Si sigo viviendo lo único que pasara es que caeré en una profunda depresión los ojos del rey mono empezaron a llenarse de lágrimas — te agradezco por lo que hiciste cuando nos conocimos, fue divertido matar a ese hijo de puta. Entonces acompañame, no quiero morir solo, nunca me gustó la soledad dio una pequeña señal para que Wukong se sentará con él y el mayor no pensó en desobedecer — Me gustaría que me hablaras de tu montaña, esa que presumiste cuando te conocí sentía como de apoco su alma dejaba su cuerpo llegando a ser más difícil siquiera respirar.

Es un hermoso lugar donde mi familia juega. Vieras a los monos bebes correr mientras se persiguen. Las frutas abundan y el agua son una de las más puras que he probado... también ellos duermen detrás de la cascada la cual le cree un mecanismo para que sea más épico cuando se habrán las aguas...es todo tan tranquilo cuando termino de hablar ya no había señal de vida en el león, dejo caer una lágrimas. Tal vez no se conocieron como hubieran querido, pero era divertido hablar entre los dos. Había perdido un amigo.

Se paro del lugar para volver a ver el campo lleno de cadáveres. Sentía que toda esperanza se desvanecía, como si el mundo se hubiera acabado y solo quedara él...

No...

Espera...
















































Aun queda alguien a quien salvar.

Corrió en busca de un botiquín. Hubo uno de los soldados celestiales el cual tenía uno, aunque estaba débil ocupo su nube voladora para llegar lo más rápido a el lugar donde había dejado a su enemigo.

Para su suerte el demonio seguía inconsciente, entonces, esta vez con más higiene, ayudo al demonio macaco.

Primero retiro la daga haciendo que el demonio se despertará y se desesperara. Costo calmarlo, pero el otro dejo de moverse al ver como perdía tanta sangre y al escuchar como Wukong le ofrecía su ayuda.

Tranquilo, no dejaré que nadien más muera este día. No importa si eres mi enemigo saco una agua con sal y lo humedeció en un trapo —Ten, puedes morder mostró su cola y con rapidez empezó a desinfectar la herida, si no fuera que su piel era tan resistente como una rocas probablemente le hubiera arrancado la cola. Dolía, pero no le importo y siguió desinfectando la herida.

Saco del maletin un hilo y aguja y empezó a coser aquella herida volviendo a sentir la respiración desesperada del otro, pero aún así no se movió.

Eres muy valiente, mantente quieto, casi termino. Sigue mordiendo, apretá todo lo que quieras depues de unos minutos el demonio volvio a desmayarse dejando que Sun Wukong pudiera manejar mejor el hilo y aguja.

Cuando termino volvió a desinfectar la herida y vendarla. Suspiro ante el trabajo terminado y comprobó que el otro estuviera vivo. Cuando escucho sus latidos lo acomodo mejor en una cama improvisada hecha de hojas, le vendo otras heridas que tenía y aprovecho de hacerse lo mismo.

Prendió una fogata cuando noto que la noche estaba llegando y fue a casar algún animal del bosque. Consiguió un conejo que estaba herido por la explosión y unas frutas maduras.

Cocino al animal y comió una de esas frutas que había conseguido. Observaba al demonio el cual ya respiraba bien.

Era un alma buena, algo que no le dejaba entender porque había matado y dañado otros. Alguien bueno que se había ido por el camino malo.

Después de unas horas, cuando ya el sol no estaba y la luna ya había terminado de salir el demonio despertó. Cuando vio al Rey Mono se alteró y rápidamente se puso en posición defensiva mientras sacaba sus garras y mostraba sus dientes. Wukong vio como flaqueaba el demonio ante la herida, pero se mantuvo en sus cuatro patas mientras movía su cola inquitamente.

Tranquilo, no te haré daño hablo Wukong mientras sacaba un pedazo de conejo y le daba unas frutas en un plato de madera improvisado.

¿Por qué me estas ayudando? Somos enemigos hablo. Era primera vez que lo escuchaba hablar, su voz se escuchan más aguda cuando se quejaba, pero al hablar con normalidad pudo escuchar una voz grave pero melodiosa.

Me llamo Sun Wukong ¿Cuál es el tuyo? hablo tranquilamente. Entre muchas cosas que le había enseñado Tripitaka, una de ellas fue como calmar a un demonio agresivo.

No respondiste a mi pregunta ¿porque me salvaste? Pudiste haberme dejado morir y te hubieras ahorrado una mordida en la cola Wukong miro automáticamente a su cola aunque por su pelaje no se notaba tanto.

Nah, ninporta, es solo una mordida, aunque creo que si no tuviera la piel tan dura me hubieras arrancado la cola volvió a evadir la principal pregunta. No podía decirle el porque, porque el tampoco sabia la respuesta.

Sigues sin responder mi duda volvió a hablar.

—Creo que... tal vez... me sentí... em, ¿como puedo decirlo?... vi como le tuviste miedo a la muerte. Yo también la tengo, entonces me compadeci, me sentí... ¿idéntico a ti? además, tienes que admitir que en apariencia nos parecemos — le costo formular sus palabras, ya que no sabía cómo describir lo que había pasado.

Tú y yo somos muy diferentes, no nos parecemos en nada hiba a ocupar sus poderes, pero cuando intento sintió un dolor pulsante en su herida haciéndolo caer. Wukong se alertó y fue altiro a auxiliarlo —¡No me toques! pero esa amenaza no detuvo al contrario, quien lo tomo en estilo princesa y volvió a ponerlo en la cama hecha de hojas.

Mira... —.

Liu er, mi nombre es Liu er Mihou —.

Liu er, ¿te puedo llamar Macaque? — se interrumpió a si mismo.

Como quieras, al final y al cabo no vivirás mucho para seguir ocupandolo hablo Liu er.

Bueno, Macaque. Te enterraste una daga con el filo de la espada voladora, aunque no te haya matado te dejara muy débil durante días, y por la gravedad de tu herida y el tiempo que estuvo incrustado en ti, tal ves unas semanas eso alarmó al contrario —Pero tranquilo, te ayudaré mientras te recuperas —.

¿Y que pasa si te apuñaló cuando este recuperado? Podría matarte mientras duermes aquella amenaza parecía real, pero Wukong tenía la extraña esperanza de que no sucediera eso.

Bueno, creo que me tendré que ganar tu cariño mientras te cuide —.

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El Nacimiento Del Hijo De Un Creador (Shadowpeach) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora