You're the one that I want - Eric Coulter Fanfic

Capítulo 2 - Una prueba bastante Inútil.

Despierto por el estruendoso sonido de mi alarma, odio levantarme tan temprano. Pero mi mamá ha insistido en que necesito más tiempo de lo normal ya que hoy es mi prueba de aptitud. Hoy me harán un análisis para ver a qué facción debería unirme, la mayoría obtiene el resultado de la facción donde nacieron. Luego de la prueba vendrá la ceremonia de elección, donde cada quién elige su destino. Pero yo, no tengo ni idea. Dieciséis años tuve para pensar que carajos quería ser o a dónde quería pertenecer, pero aquí estoy, dudando de mi propia existencia.

- ¿¡Sam, ya te levantaste?! - grita mi mamá desde el piso de abajo. De verdad no quiero ir, no quiero tener que pensar qué es lo que quiero en mi vida.

- ¡Me siento mal, mami! - le respondo entre quejidos con la misma intensidad.

- ¡Por favor Samantha, no me hagas subir a bañarte y cambiarte yo misma! - aunque no me molestaría que lo hiciera por mí, mejor me levanto antes de que cumpla su palabra.

Me paro de mi cama entre más quejidos y entro al baño, tomo una ducha rápida y lavo mi cabello. Me tomo mi tiempo a la salida de secarlo y peinarlo. Lo tengo muy largo, ya es tedioso mantenerlo. No soy como Catherine, que es capaz de levantarse dos horas antes, sólo para peinarse.

Aunque he de admitir que mis padres han dejado buenos genes en mí, aunque no sé de quién heredé mis ojos verdes, sí tengo el mismo cabello castaño claro que mi padre tenía antes de volverse canoso. En general, David es la copia de mi mamá, Gabriel la copia de mis dos padres y yo, pues yo no sé, probablemente la adoptada

Termino de arreglar mi cabello, paso mis dedos entre mis ondas naturales y retoco un poco algo de maquillaje que apliqué. Mi mamá me ha enseñado a ser muy femenina y a preocuparme por cada detalle.

Me pongo algo sencillo, un pantalón negro ajustado y una blusa blanca. Me coloco mis zapatillas y me dispongo a bajar las escaleras. Casi llegando a la planta baja veo a mi madre quejándose entre dientes subiendo los primero escalones.

- ¿Con quién pelea, Señora Harrison? - le pregunto a mi madre con un tono de burla. Ella siempre habla o discute para ella misma.

- Pensé que debía ir a sacarte por los pies de la cama - a nadie engaña con esa cara de mala, es la mamá oso de todos.

Ruedo los ojos sonriendo y termino de bajar las escaleras. Entro a la cocina y veo a mis dos hermanos desayunando cereal, me siento en la misma encimera, donde está un tercer plato servido y empiezo a comer.

- Bueno hermanita, Gabriel y yo hemos estado hablando y considerámos que yo soy el más digno de tener tu habitación - me comenta David con aires de confianza y superioridad.

- ¡Claro que no! ¡Sólo tú ves eso conveniente! - le recrimina Gabriel molesto.

- ¿Por qué ambos hablan como si estuviesen seguros de que dejaré Verdad? -les respondo a ambos mirándolos fijamente.

- Su hermana no se irá de aquí, dejen de pelear por su habitación. Podrán hacer eso cuando ella se case y para eso faltan 30 años - dice mi padre entrando a la cocina mientras se ata la corbata de su traje.

No sé en qué centrarme primero, el hecho de que mis hermanos están seguros de que tendrán mi habitación, de que ellos piensen que me voy a ir o de que mi padre me de permiso de casarme en 30 años. Quizás deberías pensar en que realmente no estás segura de quedarte en Verdad. Mierda.

- Su hermana seguirá viviendo con nosotros muchachos, esto sólo es por puro protocolo. Ella heredará nuestros puestos y labores en la facción, igual que ustedes en su momento. - comenta más atrás mi madre entrando a la cocina después de mi papá. Sus comentarios sólo me ponen más nerviosa, estoy jodida.