Dos focos apuntan directamente hacia mí. Evaluaré la situación. Estoy sobre un submarino, aparentemente alemán, intentando mantenerme en pie con el temblor de este trasto al salir a la superficie. Las dos Ymbrynes que tienen que protegernos a todos están encerradas en una jaula en forma de pájaro. Y, por si todo eso fuera poco, gente armada empieza a salir de todas partes. Recordemos, mi pistola la tiene Enoch.
La jaula empieza a deslizarse por el metal hacia los hombres armados, y entonces entiendo que es el momento de actuar rápido. Si no lo hago, las Ymbrynes serán capturadas y a mí me matarán, y los niños quedarán a cargo de, ¿quién? ¿Jacob? ¿Emma? Ni siquiera sé cómo le sentaría a mi hermano el golpe, aunque supongo que muy mal.
Aun a riesgo de tropezar, corro en la misma dirección en la que se escapa la jaula. No lo suficientemente rápido, por desgracia. Desaparecen de mi vista. Se oye un disparo e instantáneamente, siento un dolor desgarrador en el hombro, y entonces sé que me ha llegado la bala hasta el hueso. Hago una mueca de dolor, pero me niego a desistir. Tengo que salvar a esas Ymbrynes, aunque me cosan a tiros en el proceso, hasta dejarme como un colador.
Pero primero, necesito un plan. Y tengo que hacerlo rápido. A esto no le puedo prender fuego, pero tampoco me servirá de mucho la fuerza de Bronwyn. ¿Qué puedo hacer? Mi respiración se vuelve más pesada, mientras la adrenalina abandona una vez más mi cuerpo, y solo consigo pensar una palabra con claridad: invisible.
Muy a duras penas, consigo volverme invisible, y me quito rápidamente la ropa. Luego me da por pensar cómo voy a buscar a las ymbrynes. Empiezo a elevarme casi antes de poder pensar con claridad que el poder de Olive es lo que necesito. La adrenalina vuelve poco a poco cuando veo a los wight debajo de mí, analizando el lugar donde antes he estado y tocando mi ropa.
Enfadada, antes de pensar lo que hago, pongo mis manos frente a mi boca, coreo fuego alrededor de cada una de ellas y soplo. No estoy muy arriba, y llego a quemar el pelo de muchos de ellos. El fuego se extiende rápido, sobre todo porque dejo de usar el don de Olive y voy corriendo alrededor de ellos, todavía utilizando ese aliento de fuego, invisible para mis enemigos.
Luego corro hacia el lugar en el que ha desaparecido la jaula, pero no consigo ver nada, ni un solo resplandor de metal, aún bajo las luces que de vez en cuando apuntan hacia aquí. Doy vueltas por la cubierta, quemando a todos los wights que me encuentro, y sorprendiéndome de no sentir la presencia de ningún hueco. No puedo volver a tierra sin Miss Peregrine, sería terrible para todos. No hay opción de fallar, en esta ocasión.
Veo a un artillero que es claramente un wight. Me acerco a él dispuesta a quemarle como he hecho con todos los que me he encontrado, pero tengo que ascender primero. Me elevo en el aire, y justo cuando estoy por usar con él mi aliento de fuego, saca un pájaro de una jaula. Un halcón peregrino, que chilla al ver mis manos cubiertas de fuego. Las apago. Tiene que ser Miss Peregrine.
El wight se vuelve hacia mí como si supiera dónde estoy y yo contengo la respiración. Pero es inútil, la sangre me está manchando el hombro por la herida de bala, y cuando me apunta con su linterna me vuelvo visible para él. Saca la pistola y sé que me va a disparar. Tengo que actuar rápido.
Así que hago lo de siempre en esta clase de situaciones. Seguir a mi instinto. Me acerco a él todo lo posible y quemo su mano. Suelta al pájaro, que cae al agua, y yo me dejo caer tras él. La caída contra las olas es dura, jodidamente dura. Me duele el cuerpo por el impacto, y luego siento el escozor del agua salada en la herida de mi hombro.
Busco desesperadamente a mi alrededor al halcón peregrino que tiene que estar cerca de mí, en alguna parte entre la inmensidad de agua que me rodea. Miss Peregrine me da una pista, aún en su forma animal, y me acerco al lugar de donde proviene su agudo chillido. Por fin puedo ver a nuestra directora, y a pesar de todo lo que ha salido mal, siento un indescriptible alivio.
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Peculiaridades (Enoch x OC)
FanfictionHelena nunca había sido una chica normal. Ella era peculiar, al igual que su hermano, al igual que su madre. Helena poseía el don de obtener para siempre la peculiaridad de cualquier persona que tocase. ¿Si esa persona tenía sueños proféticos? Helen...