Nuestro encuentro (Alfas y Mate) Sasusaku

~13 Final~

Al llegar a la aldea. Sasuke por petición de su hija, le pidió que la llevara a la clínica.

Los recuerdos de lo que sucedió en ese lugar, atormentaba a la pobre chica. Quien no dejaba de aferrarse a su padre, mientras que trataba de contener sus lágrimas con toda sus fuerzas.

"todo estará bien"

Fue lo que el le había dicho, intentando tranquilizarla.

"¡No dejaré que la toques!"

La voz de Boruto retumbaban en su mente, fuertemente. Tuvo que tener todo su auto control para no taparse los oídos al frente de su padre, no quería asustarlo.

"tranquila... Sarada... Solo tengo que resistir un poco.... Jeje."

El la había protegido con todas sus fuerzas, por su culpa. Boruto estaba en esas condiciones, necesitaba estar con el, quería estar a su lado. Su pecho le estrujaba y si estómago le removió con brusquedad, todavía podía sentir el olor a sangre que desprendía del cuerpo de su compañero.

- Boruto- murmuró la pequeña al ver que había llegado a la aldea.

- tranquila muy pronto lo verás- aseguro su padre, quien en todo el camino estuvo callado.

La pequeña no dijo nada, al llegar a la clínica. Se encontraron con Hinata y Naruto, la delata Uzumaki tenía los ojos rojos, de seguro de haber llorado cuando vio el estado en la que su hijo se encontraba.

Sarada le pidió a su padre que la soltará, a lo que el le hizo caso sin decir nada.

- ¿Como está?- pregunto ella acercándose a Hinata.

- aún no sabemos, tu madre lo está atendiendo- respondió ella, con la voz ronca de tanto haber llorado.

- lo siento- se disculpó la pelinegra, llamando la atención de los adultos- Boruto se lastimó por protegerme, ese hombre.

Dijo la chica cabizbaja, sintiendo como sus ojos le empezaban arder,amenazando con querer solar más lágrimas.

Hinata se puso a la altura de Sarada y le dio un abrazo.

- no fue tu culpa, es normal que un macho intente proteger a las personas que son importantes para ellos- dijo ella tratando de animar a la pequeña- mi hijo te ama y se que nunca se hubiese perdonando, si hubiese dejado que algo malo te pasara.

- mi hijos es fuere dattebayo, confía en que todo saldrá bien- ánimo Naruto mostrándole una sonrisa a Sarada.

La pequeña solo asintio con la cabeza para desmontar una débil sonrisa.

Las horas habían pasado, y aún no sabían el estado del pequeño rubio. La noche había caído cuando Sakura apareció en la sala de espera.

- ¿Como está mi hijo?- pregunto Hinata desesperada.

- está estable, es un niño muy fuerte durará unos tres o dos días para que despierte, gracias al agotamiento de su cuerpo- aclaro ella sacándole a todos un suspiro de alivio- lastimosamente tendrá cicatrices permanentes en su espalda, gracias a los arañazos y mordidas que recibió.

- gracias- dijo la de orbes perlado abrazando a la pelirosa, déjanos escapara nuevas lágrimas.

Sakura correspondió el abrazo, hasta que lo rompió para ir a abrazara a su pequeña.

- mamá.

- me alegra mucho saber que estás bien, no sabes lo preocupada que estuve por ti- susurro la pelirosa en el oído de su hija, sin dejar de abrazarala- no vuelvas a darme un susto como estos de nuevo Sarada.