CAPÍTULO VII

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La alarma sonando con cantos de pájaros mezclada con música de piano hace que abra un ojo para buscar el celular, la logro apagar mientras veo la hora, dejo el celular en el buró y me acuesto otro rato, tallo mis ojos para abrirlos, respiro profundo mientras siento mis pulmones llenarse de aire, estiro mis brazos y empiezo a poner atención en los sonidos de la ciudad, volteo a la ventana para ver la luz del sol entrar a mi habitación y un recuerdo llega a mi cabeza, hoy cenaré con el chico guapo, suspiro y ansio que el día pase rápido; me muero por conocer más de él.

Ya bañado y vestido, me dirijo a encontrarme con Tae para desayunar antes de empezar a trabajar, entre sonrisas y platicas sobre las nuevas empresas que obtuvimos terminamos el desayuno y nos dirigimos a trabajar en el stand.

Gran parte de la mañana había pasado. Teníamos a tres empresas más para nuestro bufete. La competencia es fuerte, aunque hay empresas muy reconocidas aquí, todos luchamos platicando la experiencia que nos respalda para tener las mismas oportunidades.

Tae estaba descansando un poco mientras revisaba su celular en una de las sillas que teníamos en el stand, yo doblaba más folletos. Era un momento donde casi no había gente, estaba empezando la hora de la comida pero nosotros todavía debíamos permanecer por 2 horas más.

Hola guapos escucho y levanto mi vista.

Volteo a ver de quien se trata y me encuentro con Jungkook vestido de pantalón, botas y chamarra de cuero negros, su cabello ondulado lo hace ver muy sexy.

Kookie  —sonrío feliz por la sorpresa.

Hola Jungkook contesta Tae volteando a verlo.

Hola Tae.

¿Vienes solo? busca detrás de él.

Si Tae, vengo solo, tuve unos asuntos que atender en el Mary's Hospital y vine a saludar a Jimin  sonríe como conejito.

¡Ah! dice decepcionado mientras regresa a ver su celular.

Que sorpresa Kookie.

Ayer por la noche te envié un mensaje, ¿no lo viste? hace un hermoso puchero.

¡Oh!, lo siento, estaba muerto de cansancio y no he revisado mi celular exclamo apenado.

Tomo rápido mi teléfono y lo confirmo.

No te preocupes cariño, solo vine a saludarte rápido, debo regresar ya a Seúl,  ¿Cómo les va? ¿Necesitan algo?

Vamos bien, hemos confirmado a varias empresas y esperamos que hoy aumente el número. Gracias por preguntar Kookie, no necesitamos nada.

Bueno, ya te ví, ya me voy. ¡Ah! Por cierto, te traje estos chocolates. Espero que me mandes mensaje cuando regreses para vernos.

Sonrío por ver su carita llena de dulzura.

Claro, te enviaré mensaje cuando regresemos, gracias por los chocolates y por favor ve con cuidado, de seguro vienes en esa moto en la que tanto te gusta viajar.

Sí, sabes que cada vez que tengo oportunidad salgo de la ciudad a dar un paseo, tú nunca me quieres acompañar baja su mirada.

Me da miedo, las motos no son lo mío.

Lo sé y lo entiendo, no te preocupes.

Se acerca y me da un tierno beso en la nariz.

Me sonrojo porque no lo esperaba.

Bueno chicos, los dejo, debo regresar, espero que consigan muchas empresas para el bufete sonríe.

Adiós Jungkook dice Tae.

Hasta pronto Kookie, por favor ve con cuidado, me avisas cuando estés en Seúl, me quedo preocupado.

No te preocupes, casi no hay tráfico, te aviso al llegar Me manda un beso con su mano mientras se retira del lugar.

Me quedo verlo desaparecer y suspiro de nuevo mientras mi corazón se pone eufórico por la visita.

Pensé que también había venido Hobi expresa mi amigo con tristeza.

Cuando regresemos a Seúl los invitamos a salir, ¿sale?

sonríe.

Después de dos horas por fin cerramos el stand, guardamos nuestro material y nos llevamos las cosas que guardamos en la habitación. Nos ponemos de acuerdo para vernos en 15 minutos en la recepción del hotel para salir a comer.

Después de un rato nos encontramos y salimos a buscar un lugar donde matar nuestra hambre.

Disfrutamos de un delicioso Dak galbi y salimos del establecimiento con la panza llena. Nos dispusimos a caminar un rato por la ciudad, andábamos cansados pero teníamos el deseo de pasear por la ciudad un poco más.

Es primavera y los árboles de cerezo están en todo su esplendor, la gente se ve disfrutar del paisaje y el clima es perfecto.

Es primavera y los árboles de cerezo están en todo su esplendor, la gente se ve disfrutar del paisaje y el clima es perfecto

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PRINCIPE AZUL [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora