PRINCIPE AZUL [Kookmin]

FINAL

Ya listo salgo con una toalla enredada a la cintura para vestirme.

Jungkook está recostado viendo su celular, ve que salgo del baño, se sienta en la cama y me jala para ponerme en sus piernas. Me abraza y recarga su cabeza en mi pecho, lo correspondo mientras quedamos en silencio un rato.

—¿Qué pasa Kookie?

—Nada cariño, solo quiero disfrutarte un poco más. Aún no puedo creer que esto esté pasando —continuamos en el abrazo.

—Siento mucho no haberme dado cuenta de mis sentimientos —cierro mis ojos y me aferro a él.

—No digas eso, lo importante es que ya sabes lo que sientes y eso me hace muy feliz —se separa del abrazo.

Me mira a los ojos y me besa lento, correspondo con emoción sintiendo mariposas en el estómago, al fin reconozco ésta sensación y es hermosa.

—Kookie, debo vestirme para trabajar.

—¿Y si nos quedamos todo el día encerrados? —besa mi cuello.

—Me encantaría, pero debo ayudarle a Tae, lo siento amor —acaricio su mejilla.

—¿Me dijiste amor? —aparece un hermoso sonrojo en sus mejillas.

—Sí, ahora que estamos juntos, eres mi novio y mi amor, ¿te puedo llamar así?

—Claro novio mío, es solo que se escucha tan linda esa palabra en tus labios —besa mi mejilla y me regala una sonrisa de oreja a oreja.

—Bueno, "Amor", tengo que vestirme —le doy un último beso en la frente.

—Ok, voy a ducharme en lo que llega el desayuno —besa también mi frente y se dirige al baño.

—Va, te espero.

Me visto y al terminar de poner mis zapatos recibo un mensaje en mi celular.

CHA EUN WOO
Hola hermoso, ¿te parece bien si nos vemos a las 8 p.m. en la recepción del hotel? No cenaremos, mejor te llevaré a tomar una copa a mi habitación.

Ya ni me acordaba de la cita.

JIMIN
Lo siento, pero tengo novio, fué un error aceptar tu invitación. Adiós.

CHA EUN WOO
Èl no se enterará de lo que haremos nene.

JIMIN
《《Contacto Bloqueado》》

Está loco, como se le ocurre que yo le pondría el cuerno a mi novio. Sonrío ante lo que acabo de pensar.

Dejo a un lado el teléfono y trato de olvidar el mal momento, solo el acordarme del sueño quiero salir a golpearlo.

Tocan a la puerta, abro y recibo el servicio que había pedido Kookie, agradezco y lo pongo en la mesa de la habitación.

—¿Llegó lo que pedí? —dice mientras sale del baño con una toalla enredada en la cintura y con otra secando su cabello.

Me quedo embobado viendo sus tatuajes, su abdomen desnudo, los músculos de sus brazos, su cabello húmedo y su cara con un gesto de inocencia. Amo su dualidad. Algo en mi entrepierna reacciona de nuevo, me levanto de la silla y me dirijo a él.

—Sí, llegó el desayuno, pero yo quiero comerme otra cosa —acaricio su abdomen con un dedo mientras lo veo sorprendido.

Enredo mis brazos en su cuello y le robo un beso que corresponde.

Me alejo un poco, vuelvo a tocar su abdomen y retiro la toalla de su cintura mientras lo empujo a la cama. Él mira atento mis movimientos.

Retiro mis zapatos, saco, desabotono y quito mi camisa, me deshago de los pantalones junto a la ropa interior y me subo en su regazo.

Voy directo a besar sus labios de forma ansiosa, bajo a su cuello para lamerlo un poco, mientras él gime, lamo una y otra vez sus pezones. Llego a su vientre para introducir su miembro en mi boca, me encanta saborearlo, ya está duro y no puedo esperar para disfrutar de él, saco de mi boca esa parte tan especial de Jungkook y me posiciono para meterlo en mi interior. Muero de deseo por él.  Meto su miembro en mi entrada aún dilatada y comenzamos a gemir al unísono, muevo mi cadera suavemente, mi cuerpo se estremece, Kookie acaricia mis piernas y empieza a masturbarme, es increíble como nuestros cuerpos se acoplan, me agacho y beso al hombre frente a mi, es tan sexy.

—No pares cariño —sigue gimiendo.

Continúo con mis movimientos en una forma lenta, él no soporta más y se corre, yo sigo mi baile en su cadera y termino manchando su abdomen.

Estoy exhausto, me tumbo en su pecho mientras él acaricia mi espalda y mi cabello.

Salgo de su interior y me dispongo a acurrucarme en su pecho.

—Me vuelves loco cariño, no conocía estos arranques tuyos y me encantan.

—Bueno, tu eres el culpable por verte tan sexy al salir de la ducha — río con vergüenza.

—¿Vamos a ducharnos? —intenta levantarse.

—No me quiero levantar, quiero estar abrazado a ti todo el día —me aferro a sus brazos para que no se mueva.

Él ríe y deja un beso en mi cabello mientras me abraza.

—Bien, ¿dime que haremos?

—¿Qué te parece ser felices por siempre?

—Hagamos lo cariño.

Deshacemos el abrazo y nos unimos en un apasionado beso.

Tuve que pasar por un sueño doloroso para darme cuenta que tenía a mi lado al príncipe azul con el que tanto había soñado.

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“Incluso una pesadilla puede llevarnos a confirmar un camino que en el fondo, la vida sabía que valía la pena tomar”

aLeJimKoOk