PRINCIPE AZUL [Kookmin]

CAPÍTULO XI

Después de varios minutos de viaje llegamos a mi apartamento, Hobi me ayuda a subir mis maletas.

Me siento por un momento en el sillón mientras suspiro y muevo mis piernas por la ansiedad que recorre mi cuerpo.

—Habla al hospital por favor, pregunta como va la cirugía —suplico.

—Ok, pero come algo y báñate, no te ves bien.

Asiento con mi cabeza mientras me dirijo a la cocina por una barra de frutas, no tengo apetito y nada para comer en forma.

HOBI
Buenas tardes, habla el Dr. Jung Ho Seok del área de Cardiología, ¿me haría el favor de informarme sobre la cirugía del Dr. Jeon Jung Kook?

HOSPITAL
Sigue en cirugía Dr. Jung.

HOBI
¿Han avisado la hora en que terminarán?

HOSPITAL
Tal vez dure unas cuatro horas más, por lo complicado del procedimiento.

HOBI
¿Y el estado del Dr. Jeon? 

HOSPITAL
Está grabe, pero se encuentra estable.

HOBI
Le agradezco mucho la información.

Llamada finalizada.

—Aún sigue en el quirófano, es una cirugía larga, tal vez tarde unas 4 horas más y todo va bien, Jungkook está estable.

Siento un poco de alivio.

—Gracias Hobi, iré a darme un baño — tiro el empaque de la barra a la basura.

—Bien, yo estaré aquí, voy a pedir algo para comer, ¿de acuerdo?

—Ok, regreso en un rato —llevo una de las maletas a mi cuarto.

Entro, pongo la maleta sobre la cama y empiezo a desempacar algunas cosas, veo uno de los folletos que entregabamos en la convención. Mis ojos se llenan de lágrimas recordando el momento en que los estaba doblando y Kookie me sorprendió con su visita, limpio mis mejillas para , guardo las maletas y pongo la ropa sucia en su lugar, preparo ropa cómoda para ir al hospital y me dirijo al baño para refrescarme un poco.

Lleno la tina de agua tibia y me recuesto para relajarme, mis lágrimas siguen rodando y mi cabeza solo piensa en Kookie, no me dan tregua. Quería reconocer ese sentimiento que había aparecido en mi corazón, duele y definitivamente necesito verlo, tal vez eso aclare la tormenta de sensaciones por las que estoy pasando.

Después de un rato meditando, me termino de bañar, visto ropa cómoda y salgo rumbo a la sala con Hobi; de seguro la comida ya llegó.

—Ya iba a ir a buscarte, pensé que te habías quedado dormido en la ducha —muerde una alita de pollo.

—Me estaba relajando.

—¡Pediste pollo!, que rico —me acerco y tomo una pieza.

—Mmmm, ya hay que irnos —digo ansioso dando la segunda mordida al pollo y con la boca llena.

—No — me reñana con una pieza en la mano.

—Siéntate y come tranquilo, cuando acabemos nos vamos. Probablemente pasemos mucho tiempo ahí y debemos estar saludables para cuidar a Jungkook.

—Está bien —entiendo su punto y me siento para continuar comiendo sin hambre.

Después de terminar con las piezas de pollo y el refresco, limpiamos la mesa de la sala, nos aseamos un poco para por fin salir rumbo al hospital.

El camino se sintió como esos días en los que sientes que algo falta en tu vida. No sé como explicarlo pero me causa miedo esa sensación.

Viajamos en completo silencio, tal vez ambos pediamos al cielo para que Jungkook estuviera bien.

Llegamos al hospital y rápidamente nos dirigimos a la sala de espera fuera del quirófano.

Han pasado 3 horas y nadie ha salido, cierro los ojos y sigo elevando plegarias para que Jungkook sobreviva a la lesiónen su cabeza.

Se abre la puerta del quirófano mientras salen dos médico al lado de una enfermera. Hobi y yo nos levantamos rápido de las sillas, mientras uno de los médicos se dirige a él.

—Lo siento Dr. Hoseok, no pudimos hacer mucho por él, al final la lesión en su cabeza fue demasiado fuerte. Jungkook ha fallecido —baja la mirada.

Caigo al suelo sin energía, esto no puede ser cierto, lloro de forma incontrolable mientras mi pecho duele y asfixia por su opresión, algo ha muerto en mi interior. Esto debe ser un mal sueño.