PRINCIPE AZUL [Kookmin]

EXTRA TAE Y HOBI

Era fin de semana y habíamos planeado salir Jimin, Jungkook, Hobi y yo a un bar. Estaba deseoso por ver a Hobi, en el fondo de mi ser lo extrañaba, me encanta el sexo con él, pero no era solo eso, me sentía comodo a su lado, así que realmente disrutaba de estas salidas.

En cuanto entramos al bar lo jalé a la pista de baile. Me pegue a su cuerpo disfrutando de lo lento de la música. Bailamos viéndonos a los ojos, nos besamos mientras mi excitación se elevaba y algo más bajo mi pantalón. Acababamos de llegar y ya quería salir de ahí para estar con él. Le pedí que fuéramos a sentarnos un rato, a lo que accedió. Yo no lo dudé dos veces, sorbi un poco de mi bebida y me subí en su regazo, no podía controlarme, tenía mucho tiempo sin verlo y andaba mal, realmente mal. Dejé un poco de mi margarita en la boca y empecé a besarlo para disfrutar de mi bebida en la suya, nuestras lenguas jugaban tan delicioso que empezamos a gemir, el apretaba mi trasero mientras yo gustoso movía la cadera, mi cuerpo vibraba como nunca, Hobi se separó del beso y empezó a morder y lamer mi cuello, no aguantaríamos mucho en ese estado.

—Vamos a mi departamento —digo en su oído después de morder levemente su oreja.

Acienta con su cabeza, da un trago a su bebida, me toma de la mano y salimos del bar sin mirar atrás.

La verdad es que en ese momento ni me acordé de Jimin y Jungkook, pero estaba seguro que ellos andaban igual que nosotros, tal vez hasta estarían ya en el auto de Kookie dándose amor.

Unos minutos más tarde llegamos a nuestro destino, no parábamos de besarnos y tocarnos en el elevador y en el pasillo, importaba poco si alguien nos veía, solo eramos Hobi y yo en ese momento.

Entramos y Hobi me jaló a la recámara, él conocía el camino y no se hizo esperar.

Me tumbe en la cama ansioso de su cuerpo, se subió en mi y empezó la guerra. Él se deshacía de su ropa al mismo tiempo que yo, no podíamos contener nuestro deseo por más tiempo. Deboramos nuestros labios, casi podíamos tener un orgasmo con su solo tacto, pero queríamos más que besos apasionados, Hobi se separa y recorre mi cuerpo con su lengua, los escalofríos no se hicieron esperar, me recorrían la piel erizandola. Cuando llegó a mi miembro y lo metió en su boca, yo solo gemī y apreté los ojos tratando de disfrutar de cada envestida. Mis ojos cerrados intensificaban lo que su lengua y boca traviesas estaban haciendo. Volteo a verlo ansioso y la escena frente a mis ojos casi me hace terminar antes de tiempo, aprieto los dientes y suplico.

—Por favor, mételo ya, no puedo aguantar más.

—Espera un poco bebe, aún debo prepararte.

—No me importa, solo tómame ya —vuelvo a suplicar.

Me pongo en cuatro para que vea lo que puede ser suyo.

Muerde sus labios y toma rápido el lubricante del cajón del buró, lo unta en su miembro. Se posiciona en mi entrada mientras ya estoy gimiendo con tan simple acto. Empieza a empujar lento, dolía, pero el placer que eso causaba valíala pena. Después de varios segundos ya estabamos completamente unidos y listos para lo que seguía. Acaricia mi espalda llegando a mis muslos, mi piel reacciona erizandose una vez más, se recuesta en mi espalda y toma mi miembro para masturbarlo, yo solo cierro los ojos y aprieto las sábanas tratando de disfrutar y aguantar las ganas de correrme en ese mismo instante. Esto es fascinante, los gemidos de Hobi son música para mis oídos, me alegra saber lo que provoco en él. Arqueo mi espalda y gime fuerte.