Capítulo 6

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La noche siguió como si nada para ti. Estabas algo confundida por las acciones que Raichi había tomado, pero tenías bien en claro algo; no querías nada serio con él, ni nada romántico. 

Al despertar, tuviste que acudir a la única persona que creías que podría ayudarte a superar el problema, o por lo menos, darte un punto de vista más para que puedas pensar mejor...

—¡Chigi!—Gritaste al entrar al cuarto medio vacío. Todos te miraron algo sorprendidos, pero su atención duró medio segundo, ya que después dejaron de mirarte para seguir con sus cosas. El pelirrojo alzó la cabeza y te miró con una ceja levantada.

—¿Qué pasó, Haruki?—Preguntó el chico con tranquilidad. 

—Vamos a hablar un segundo, por favor—Le pediste, tomándolo por la muñeca para arrastrarlo lejos de los demás, a un lugar más apartado. Creo que olvidé mencionar que Chigiri era el único chico entre los demás con el que realmente podías sincerarte, era como tener una mejor amiga. 

—¿Qué sucede, está todo bien?—Dijo él preocupado cuando al fin no había nadie más alrededor de ambos. Por fin, luego de haber estado mirando por un buen tiempo el suelo mientras corrían, alzó la vista para verte la cara—Wow. Parece que no dormiste. 

—No. No lo hice, y adivina por qué—Te apresuraste a decir. Chigiri abrió levemente la boca para responder, pero tú hablaste primero—¡Anoche, quise hablar con Raichi para arreglar las cosas, pero el muy imbécil me besó!—Exclamaste al poner ambas manos en tu cabello, como si fueses a arrancártelos de lo sorprendida que estabas.

El pelirrojo se te quedó viendo boquiabierto. Levantó una mano y te apuntó con su dedo índice, pero luego lo bajó, e hizo un par de movimientos que indicaban que claramente él no sabía qué mierda decir.

—¿Qué?—Dijo al fin. Arrugó el ceño y ladeó la cabeza.—Raichi... él... ¿él o tú?

—¡Él!—Contestaste alterada.—¡Él lo hizo! ¡yo no quería!—Te agachaste y te sentaste contra la pared, abrazando tus piernas contra tu pecho para poder esconder tu rostro. 

—Wow, wow. Calma, no pasa nada... se arregla dándole una buena bofetada cuando lo veas—Bromeó. Se agachó hasta ti, apoyando una de sus manos en tu hombro para palmearlo levemente. Se puso serio cuando escuchó que sollozaste.—Hey, hey, ¿cuál es el problema? sí, te besó, y es un idiota, pero no hay que ponerse mal por eso... además, tú me habías pedido que te dé algún tipo de consejo para besar a alguien porque querías hacerlo, ¿recuerdas?—Dijo Chigiri con una voz calmada, tratando de buscar algo para hacerte sentir mejor. 

—Sí, ya lo sé, pero... yo quería dárselo a alguien más...—Susurraste algo triste. Hyouma frunció el ceño y se levantó.

—¡¿Qué?! ¡Yo pensé que tú querías dárselo a Raichi!—Confesó sorprendido. Levantaste la cabeza y lo miraste para negarle débilmente.—¡Ay, perdóname, Haru, confundí todo! ¡Ese Raichi se las va a ver conmigo ahora!—Exclamó molesto, sonándose los huesos de las manos mientras murmuraba amenazas por lo bajo. 

—No, no hace falta, seguro se habrá confundido—Dijiste tú. Chigiri de verdad tenía ganas de ir y golpear al rubio ese, pero también quería quedarse para consolarte. Se sentó a tu lado y pasó su brazo por tus hombros.

—¿A quién querías darle tu beso? si es que puedo saber—Preguntó con una voz más calmada, dándote palmadas en la espalda. 

—Bueno, yo... quería...

—¡Chicos, los estaba buscando!—Ambos voltearon a ver al chico que se asomaba por el pasillo; Kunigami Rensuke.

—¡K-Kunigami!—Balbuceó Chigiri embobado, y luego se aclaró la garganta.—¿Qué pasó?

A Escondidas || Yoichi IsagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora