Pequeños Fanfics De Erha

El Mal

Nos conocimos en un bar restaurante por casualidad. Yo era el tipo callado que siempre se sienta en una esquina en alguna reunión, está vez había sido invitado por la compañía en la que trabajo porque habíamos logrado desarrollar un nuevo producto robótico. Yo estaba en una esquina con una bebida de pera mientras mis compañeros de trabajo tomaban grandes cantidades de alcohol, y ahí lo ví .

Él era el tipo extrovertido que entraba en la habitación y llenaba el lugar con su energía y sonrisa. Nunca habría pensado que terminaría desarrollando una relación con alguien como él en un futuro no muy lejano y a lo que me llevaría.

Oí que su nombre era Mo Ran, pero le decían "Taxian Jun" y era uno de esos tipos que siempre parecían tener una historia divertida que contar. Él era el tipo de persona que todo el mundo quería tener en su grupo, el alma de la fiesta. Yo, por otro lado, siempre había sido un solitario. Prefería mantenerme en mi propio mundo trabajando y no mezclarme demasiado con los demás, preferiblemente leyendo un libro o tocando algún instrumento musical.

Sin embargo, algo en él me atraía de forma natural. Tal vez era su confianza, su seguridad en sí mismo, o simplemente su actitud despreocupada ante la vida. Lo que fuera, había algo que me hacía querer conocerlo y pasar tiempo con él, así que comencé a frecuentar el lugar con la esperanza de verlo y resultó qué trabajaba ahí de medio tiempo. Pero no me atreví a hablale y siempre me sentaba en la esquina más apartada dónde no alcanzaba a verme.

Era feliz solo viendolo, hasta que un día por accidente cuando estaba absorto trabajando en mi computadora en mi rincón habitual llegó alguien y me habló, no pude evitar fruncir el seño porque fuí interrumpido en mi momento de inspiración, pero cuando ví hacía arriba se me fue la respiración.

Al principio cuando nos vimos fue un poco incómodo, él me miró fijamente y yo como tonto estaba absorto en su mirada, nunca lo había visto de tan cerca, él me habló y dijo "Nunca te había visto por acá, ¿eres un cliente nuevo de casualidad?". No supe que responder durante un rato. Pero logré decir que no de manera rígida, el se sorprendió y empezó a hablarme rápidamente.

Yo era el tipo de persona que no decía mucho, y él era el tipo de persona que hablaba demasiado. Fue difícil encontrar un equilibrio al principio, pero poco a poco, fuimos entablando una conversación, él me dijo que le gustaría conocerme más así que me invitó a cenar y yo me sorprendí y me pregunté internamente sobre que le gustaría conocer de alguien como yo, pero no quería rechazar su invitación, así que termine aceptado por impulso.

Acordamos de vernos el próximo viernes, en fin de semana después del trabajo. Después de encontrarnos, él me contaba historias divertidas y yo lo escuchaba con atención. Al principio, me costaba un poco relajarme y disfrutar, pero con el tiempo, empecé a sentirme más cómodo en su presencia y a encontrarnos muchas otras veces más.

Pero a medida que nuestra amistad se desarrollaba, también empecé a ver otro lado de Mo Ran. Descubrí que era un mujeriego empedernido al que no le importaba el género. Siempre estaba hablando de sus últimas conquistas y de cómo había engañado a una chica para que fuera a su casa la última vez. No me gustaba eso de él, pero no quería juzgarlo. Así que simplemente lo escuchaba y trataba de no pensar demasiado en ello, pero aún así podía sentir un dolor en mi corazón.

Un día, cuando estábamos tomando unas copas, me confesó que le había gustado una chica llamanda Song Qiutong. Había estado saliendo con ella durante unos meses y sentía que era buena. Yo estaba sorprendido de que él se hubiera enamorado, me sentí afligido porque al final no fuí yo de quién se enamoro, pero aún así estaba feliz de poder verlo al menos y deseada que él fuera feliz ahora.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que Mo Ran volviera a sus viejos hábitos. Empezó a salir con otras chicas y chicos y a engañar ala que supuestamente era "la indicada". Me di cuenta de que su actitud hacia las relaciones era superficial y egoísta. Me sentía mal por su novia, pero no sabía qué hacer al respecto, estaba en un dilema sobre que hacer y que decir, pero al final no dije nada y seguí guardando mis sentimientos.