El Hijo

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Desde que era pequeño, siempre soñé con tener una familia. Imaginaba un hogar lleno de risas, amor y pequeñas travesuras. Pero el tiempo pasó y ese sueño se convirtió en una obsesión. Solo quería un hijo, un pedacito de mí que pudiera amar incondicionalmente y criar con todo mi corazón.

Cuando conocí a Chu Wanning, pensé que había encontrado al hombre perfecto para cumplir mi deseo. Era amable y cariñoso conmigo, también compartía mi deseo de formar una familia. Nos casamos y comenzamos a construir nuestra vida juntos, pero meses y años pasaron sin ningún signo de un embarazo. Mi corazón se llenaba de tristeza cada vez que mis esperanzas se desvanecían una vez más.

Decidimos buscar ayuda médica y visitamos a varios especialistas en fertilidad. Chu Wanning empezó a someterse a pruebas y tratamientos lo que se convirtió en una rutina agotadora. Las inyecciones, los medicamentos y las intervenciones invadieron su cuerpo, mientras esperaba ansiosamente los resultados. Cada mes, el dolor de la decepción se hacía más profundo y la tristeza se convertía en enojo.

La gente a mi alrededor comenzó a hacer preguntas incómodas. "¿Por qué no tienen hijos todavía?", "¿No están intentando lo suficiente?", "¿Cuándo serán padres?". Sus palabras eran como dagas que se clavaban en mi corazón ya herido. Me sentía incompleta, como si mi propósito en la vida estuviera siendo negado y cada vez que veía a Chu Wanning me enojaba, sentía que el era el culpable de que yo no pudiera ser padre todavía.

La presión se volvió insoportable. Cada vez que veía a una mujer u hombre embarazad@ o a una madre/papá  feliz jugando con su hijo, sentía una mezcla de alegría y envidia. Me preguntaba por qué la vida era tan injusta conmigo. ¿Por qué no podía tener lo que tanto deseaba?

Mi matrimonio comenzó a tambalearse bajo el peso de la infertilidad. La tensión, las discusiones y el resentimiento se infiltraron en nuestra relación. Chu Wanning se sentía frustrado por no poder cumplir mi sueño y yo me sentía enojado, la irá cegaba mi visión y el silencio  llenaron nuestras noches.

En el punto más bajo de mi desesperación me metí con otro hombre llamado Shi Mei, el era como mi luz de luna en mis noches de tiniebla y me empezó a gustar estar con él así que empecé a ignorar a Chu Wanning.

Chu Wanning se enteró que estaba siendo le infiel y entre lágrimas me dijo "¿Por qué?" Yo le grite que él tenía la culpa por no darme un hijo y cumplir mi deseo, al final solo pude ver cómo Chu Wanning me dió la espalda y se fue.

Yo seguí mi relación con Shi Mei pero empecé a notar la ausencia de Chu Wanning, cuando leí, cuando escribía, cuando tocaba música, cuando reparaba aparatos eléctricos o cuando me cocinaba wontons, mi comida favorita. Me enteré a la semana que Chu Wanning se había ido del país y solo sentí como si me hubieran tirado un balde de agua fría, pero él era el culpable de que nuestra relación terminada, así que no le di importancia.

Paso el tiempo y mi relación con Shi Mei tampoco funcionó porque no resultó ser la persona que creía, me engañó. Desesperado empecé a salir con muchas personas hasta acostarme con prostitutas, pero nada satisfacía mi deseo en la cama como cuando estaba con Chu Wanning y nadie cumplía mi sueño de ser padre.

Finalmente, después de un año recibí la noticia de que Chu Wanning tenía un hijo y que había estado  embarazado. Sentí una mezcla de enojo, miedo y celos. Pero también había una parte de mí que estaba llena de sospecha. Me habían que Chu Wanning andaba con un niño de un año y que se parecía mucho a mi y yo ya llevaba casi dos años desde que me había separado de Chu Wanning.

Con inseguridad y cautela fui en busca de Chu Wanning al país donde se encontraba sin que el supiera y logré conseguir su dirección de casa y ahí los ví, a la persona que conduciré al amor de mi vida y a mi hijo, porque si, estaba seguro de era mi hijo y me propuse a recuperarlos sin importar cuanto me costará.

Finalmente, después de muchos intentos en reconquistar a Chu Wanning supe que me seguía amando y que en definitiva el bebé era mi hijo, me contó que a las semanas de haberse separado de mi empezó sus síntomas y se enteró que estaba embarazo. Le rogué que me perdonará y me dejara sostener a mi hijo, él aceptó después de muchos intentos y súplicas.

Cuando llegó el día en que sostuve a mi hijo en mis brazos por primera vez. Las lágrimas de felicidad corrían por mis mejillas mientras lo miraba con asombro. Era perfecto en cada sentido de la palabra. Mi corazón estaba lleno de amor, gratitud y culpa por lo que había hecho pasar a Chu Wanning. Había esperado tanto tiempo por este momento, y ahora, finalmente, era padre.

La crianza no ha sido un camino fácil. Ha habido noches sin dormir, lágrimas y desafíos inesperados. Pero en cada mirada, cada sonrisa y cada abrazo de nuestro hijo, encontrábamos una fuerza que nunca antes habíamos conocido. Cada sacrificio ha valido la pena para verlo crecer y convertirse en una persona maravillosa.

Las cosas malas que hice se sintieron como una broma y ese es un pasado oscuro del cuál quiero escapar, pero sé que me seguirá toda la vida porque es parte de lo que alguna vez fuí.

Así que, si alguien me preguntara hoy, diría que mi deseo por tener un hijo ha sido uno de los más difíciles de mi vida. Pero también ha sido el más gratificante. Porque mi hijo, mi pequeño milagro y mi esposo han llenado mi vida de amor y felicidad. Todo a válido la pena para tenerlos en mis brazos.

<<Nota:A cualquiera que siga mis pequeñas historias quería pedirles una pequeña disculpa por no haber escrito nada, no tengo muchas escusas realmente, solamente que había estado en semanas de exámenes y estudiado mucho, pero como hace poco salí de vacaciones quise aprovechar, admito que he estado leyendo mucho y se me olvidó que también escribo 😂 en fin, espero que les haya gustado este escrito si lo leyeron todo, espero que sí~.>>

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