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3. El primer día de muchos

Lamentablemente para Milk, al parecer las primeras noches de boda no eran tal cuál en los cuentos o películas.

Nada de lo que en algún momento imaginó, estaba ocurriendo. ¿Eso era malo? probablemente no. ¿Decepcionaste? probablemente sí. ¿Por qué? porque después de todo fue algo que esperó por más tiempo del deseado, y Goku ni siquiera fue capaz de voltear a mirarla. De hecho él, aún dormido, parecía ni siquiera haber dado una vuelta durante la noche. Seguía en la misma posición de horas atrás, solo que ahora tenía un brazo detrás de su cabeza y uno sobre su estómago, pero todo lo demás en el seguía igual. Hasta creía oírle roncar solo un poco.

Milk suspira brevemente, aún siente su cuerpo un poco cansado y es que lo quiera o no, el día anterior fue agotador para ella. Ser el centro de atención era algo que no acostumbraba, lo cuál era extraño porque su padre era dueño de un castillo, un rey. Ella era hija de un rey y normalmente todos servían para ella.

De todas formas, el día de la boda fue precioso, pero agotador.

Recargada ligeramente sobre su propio cuerpo, observa a Goku dormir. El luce tan tranquilo. ¿Qué estará soñado? ¿tal vez con ella? ¿tal vez...? sus mejillas de pronto enrojecen, sonríe sintiéndose avergonzada de sus pensamientos, ya que han ido más allá.

Sacude la cabeza y se dice a sí misma que debe controlar su pensar. Aún así se mantiene quieta mientras lo observa dormir. Observa su cabello alborotado, sus ojos cerrados, su nariz pequeña, sus mejillas ligeramente rosadas, sus labios no tan pequeños, ni grandes. Eran de un tamaño perfecto, según su propia visión. Goku era un hombre muy atractivo, y eso que alrededor de toda su adolescencia conoció a muchos muchachos que también lo eran. Y eso era lo que Milk no entendía, porque aún si el castillo de Ox Satán se llenaba de sus pretendientes, jamás pudo verlos o sentir por ellos lo que sentía por Goku. Era tan difícil de explicar, porque ni la misma Milk tenía una respuesta para ello.

Curiosa, acerca su cuerpo al de él solo un poco más, manteniendo siempre un perfil bajo pues no quería despertarle. Se acerca con lentitud, su rostro al suyo al igual que su cuerpo. Eleva una de sus manos y toca superficialmente el rostro de su ahora esposo, casi como si le pareciera irreal. Él realmente estaba dormido a su lado.

Sonríe sin poder evitarlo, y es que todo parece un sueño. Acaricia su rostro sin quitar la sonrisa, o al menos es así hasta que, segundos después, Goku parece ir despertando, removiéndose inquieto sobre la cama.

Milk intenta alejarse, pero es demasiado tarde, porque de pronto Goku abre sus grandes ojos negros y la observa directamente. Ambos se ven a los ojos por varios segundos, Goku luce un tanto confundido al verla tan cerca, y Milk... Milk no puede con la vergüenza que siente al verse descubierta. Claro que no estaba haciendo nada malo, pero ella realmente disfrutó de ver a su esposo dormir. Disfrutó acariciarlo por breves momentos, pero no creyó que Goku despertaría enseguida.

—Bu-Buenos días —balbucea, la sonrisa nerviosa en su rostro tiembla cuando él no responde, y en cambio, solo observa en silencio.

Goku parpadea con lentitud y algo de confusión. ¿Por qué Milk estaba tan cerca de él? creía sentir un leve toque sobre su rostro, pero no estaba seguro sobre si aquello se trataba de un sueño o verdaderamente sucedió. Ella sigue sonriéndole, pero luce un tanto incómoda. ¿Qué estaba haciendo?

—Buenos días —responde con simpleza, con el mismo ánimo que puede tener una persona que acaba de despertar.

Milk se aleja lentamente mientras Goku se sienta sobre la cama y nota que sigue con la misma ropa del día anterior. Durmió toda la noche y se siente lo suficientemente respuesto como para entrenar por todo el día, o, tal vez, visitar Kame House y entrenar con Krillin. Tal vez Yamcha y Bulma se encuentren en casa.

Matrimonio [GoChi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora