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7. Pensamientos que van más allá

Milk observa su reflejo frente al espejo del baño, suspirando temblorosamente.

Observa su rostro, su nariz, sus labios, su mentón, sus mejillas, sus ojos, también le echa un vistazo rápido a su cabello. Toma algunas hebras entre sus dedos, llevando sus ojos hacia ese color oscuro.

¿Había algo de malo en ella?

O más bien...

¿Qué había de malo en ella?

Creía que tal vez esa era la verdadera pregunta.

Su rostro... ¿Había algo de malo en su rostro? ¿En el tono blanquecino de su piel? ¿O tal vez era su nariz? Era pequeña, notoria pero pequeña, al menos cualquiera que la viera a la cara sabría que tenía una nariz. ¿Ese era el problema?

¿O tal vez eran sus labios? ¿Demasiado gruesos? ¿Tal vez el color no le favorecía?

Sus mejillas... normalmente, cuando nada le agobia, la piel de sus mejillas siempre está en un tono rosado no tan marcado, y cuando se sentía avergonzada por algo, automáticamente ese tierno rosado cambia a un rojo profundo. ¿Tal vez el tono en sus mejillas era demasiado?

Sus ojos... eran negros y grandes. Brillaban. A Milk no le disgustaban sus ojos, jamás se lo cuestionó. ¿Tal vez sí fueran azules sería ella más bella?

¿Y su cabello? ¿Había algo de malo en ello? Era negro, largo, Milk adoraba su cabello largo. No veía que luciera mal, pero... ¿Tal vez le hacía falta algo más?

¿O es que quizás tenía una visión equivocada de sí misma?

Milk suspira una vez más, su rostro triste sólo demuestra disconformidad. ¿Acaso no era atractiva para Goku? ¿Tal vez a él le gustaba otro tipo de mujer? ¿Una que tal vez fuera más atrevida, tal vez con otro color de cabello y ojos?

Mueve su cabeza en negativa cuando la imagen de Bulma aparece en su mente. No. No podía pensar mal de ella, sabía perfectamente que eran amigos de toda la vida y... Bueno, Bulma realmente es una chica guapa, llamativa y atractiva. Sabía también que Goku y ella viajaron por el mundo por mucho tiempo en busca de las esferas del dragón, pero imposible que algo ocurriera entre ellos, Goku apenas era un niño... y fue en ese entonces cuándo ambos se conocieron.

No lo entendía entonces. ¿Por qué le había rechazado de esa manera? ¿Por qué había huido? ¿Tal vez no le gustaron sus besos? ¿Tal vez simplemente no gustaba de ella?

Milk resopla, haciendo qué su flequillo revuelve sobre su frente. ¿Tal vez debía cambiarlo?

Vamos... sabía que Goku era un hombre adulto, pero demasiado inocente para su propio gusto. Pero, aún así, eso no quería decir que no tuviera un tipo de chica ideal en el mundo. Él lo había recorrido y de seguro conoció a muchas chicas. ¿Acaso ninguna de ellas había llamado su atención?

—¿Y yo para qué quiero saber eso? —se pregunta a sí misma de mala gana.

No podía evitar sentir una sensación rara en el estómago, sabiendo muy bien a qué se debía y qué nombre tenía. Milk no era una chica celosa, porque jamás tuvo la oportunidad de serlo. El único chico que realmente amó toda su vida reapareció muchos años después y ahora era su marido. Aunque bueno... debía admitir que en todos esos años que no supo nada de Goku, bastantes hombres guapos aparecieron en su vida, pero absolutamente ninguno como Goku.

Matrimonio [GoChi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora