Matrimonio [GoChi]

9

9. Nuevo sentir

A la mañana siguiente, el roce frío de la mañana choca con su cuerpo en breves ocasiones hasta hacerle despertar. Apenas puede abrir los ojos, y al hacerlo, es como si una fuerte pared de cemento le cayera encima. Todo le dolía, incluso algo tan simple como pestañear se le hacía un tanto difícil. Entre el dolor y el cansancio del que era presa, estaba segura que podría volverse a dormir sin problema alguno, pero entonces, cuando acomoda su cabeza contra la almohada otra vez, algo en su mente parece hacer “click”.

Milk toma la delgada sábana que cubre su cuerpo, alzándola sólo un poco para ver debajo su cuerpo completamente desnudo.

¿Qué?

Su mirada sube lentamente hacia el otro lado de la cama, dónde Goku dormía con toda tranquilidad. Y él, al igual que ella, también se encontraba cubriendo apenas su desnudez con la misma sábana.

Otro “click” dentro de su mente fue más que suficiente para que los recuerdos de la noche anterior le asaltaran. Siente de inmediato como su despertar es mucho más caótico, ahora su cuerpo ya no se siente tan cansado, ni tan pesado, pero ahora puede entender mucho mejor el por qué de todo eso.

Y tras un sinfín de recuerdos mentales, el sonrojo extremo en su rostro no se hace esperar. Milk siente la necesidad de cubrir su rostro pero no tiene algo más allá de sus propias manos. No podía creerlo. ¿De verdad había sucedido? ¿De verdad fue el mismísimo Goku quién comenzó todo?

—Dios... —Milk echa un vistazo al cuerpo de Goku a solo unos centímetros del suyo. Ni siquiera recordaba en qué momento los dos cayeron rendidos en el sueño. Con sus ojos negros recorre cada parte visible para ella, sintiéndose avergonzada por mirarlo y al mismo tiempo no dejar de hacerlo.

Si lo pensaba bien, todavía podía sentir cada uno de sus toques sobre ella, podía escuchar su respiración acelerada, sentir sus besos acalorados y la manera en que sus manos parecían aferrarse a ella con cada segundo que transcurría.

No podía explicar lo que Goku le había hecho sentir, jamás había experimentado aquello incluso si conocía lo que era la exitación. A diferencia de Goku, Milk no ignoraba lo que el cuerpo humano podía sentir en contacto con otro. Sabía lo que eran los sentimientos, el amor, el gusto, la pasión, el deseo. Sabía de su existencia, pero jamás había sentido el significado en carne propia, y Goku se había encargado de hacérselo saber por primera vez.

Fue algo mágico, debía admitir, aunque también su cuerpo ahora dolía. Más aún al recordar que no fue una vez, ni dos, no fue sólo un par de minutos en los que ambos se entregaron, sino horas. Podía incluso arriesgarse a decir que tal vez fue toda la noche.

—¿Toda la noche? —murmura para ella. — ¿Goku y yo... ? ¿Toda la noche? —lleva sus ojos negros hasta él, observándolo dormir tan guapo como todas las mañanas.

El sonrojo parece aumentar en ella tras perderse por segundos completos con sus encima de él. No puede evitar observarlo, deleitarse con la imagen que tenía ante sus ojos y también con la imagen mental que parecía querer quedarse a vivir en ella para siempre.

Lleva una de sus manos hasta su rostro, lo más cerca posible, pero no llega a tocarlo, no quisiera despertarlo.

Todavía tiene muchas dudas. ¿Cómo serán las cosas una vez que Goku despierte? ¿Cómo se comportará? ¿Cómo debía comportarse ella? ¿Tal vez igual que todos los días?

Sí... tal vez lo único que debía hacer ahora era actuar con normalidad. Así que con ese pensamiento en mente, Milk intenta alcanzar su pijama tipo vestido. Se lo pasa por la cabeza rápidamente y al estar vestida ya no se siente tan avergonzada.