Matrimonio [GoChi]

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4. Conversación entre amigos

Poco antes de aterrizar en Kame House, Goku da un gran salto fuera de la nube voladora. Sus dos pies caen sobre la arena suave. De inmediato grita el nombre de su maestro, junto al de su mejor amigo.

—¡Maestro Roshi! ¡Krillin!

La puerta de la pequeña casa no tarda en abrirse, dos cabezas y cuatro paredes de ojos se asoman por el marco de ésta, la sorpresa es evidente en sus rostros. Una sorpresa que Goku no comprende.

—¿Qué? —pregunta cuando llega hacia ellos.

—¿Qué haces aquí, Goku? —preguntq Krillin, sin poder creer que su mejor amigo se encuentre ahí.

—¿Eh? ¿Por qué? ¿No podía venir? —devuelve la pregunta inocentemente, ingresando hasta la casa con tranquilidad. Tanto Roshi como Krillin lo siguen con la mirada.

—Por supuesto que puedes venir, muchacho. Mi casa es tu casa —Roshi palmea su espalda con una pequeña risa en los labios, aunque de inmediato se desvanece mientras la duda crece. — Pero, Goku... —Roshi aclara su garganta. — ¿Dónde está tu esposa?

—¿Quién? ¿Milk? —Goku toma asiento, apoyando sus codos sobre la mesa. Tanto Krillin como Roshi asienten al mismo tiempo. — Oh, ella está en casa.

Tanto Krillin como el maestro Roshi intercambian miradas curiosidas, ninguno de los dos entiende cómo es que Goku se encontraba fuera de casa si tan solo llevaba un día de casado. ¿No debía estar acaso disfrutando de la alegría del matrimonio y sus primeros días?

—Y... —Krillin también toma asiento, justo frente a él. — ¿Por qué no te quedaste en casa con ella?

—¿Quedarme en casa? —ambos asienten. — Es muy aburrido —ríe, con una mano detrás de su cabeza.

Krillin siente el impulso de dejarse caer el suelo ante la respuesta tan común de su amigo. No le sorprende, es algo típico de él, sin embargo, todavía no puede creer que no entienda lo que intenta decirle. Era un cabeza hueca definitivamente, y eso, por alguna razón le molestaba. Él había tenido la suerte de que una chica tan linda se fijara en él, y que además de todo se convirtiera en su esposa, ella de seguro estaba esperando por él en esos momentos. Goku era un... un...

—Eres un tonto, Goku —espeta Krillin, con ambos brazos cruzados sobre su pecho.

—¿Eh? ¿Por qué? —Goku ladea su cabeza hacia un costado, sin entender por qué su amigo lo veía de esa manera. ¿Acaso estaba enojado? — ¿Por qué tienes esa cara?

—¿Cómo es posible que hayas dejado a tu esposa sola? ¡Se casaron ayer!

—¿Y qué pasa con eso?

Las respuestas de Goku enloquecían cara vez más a Krillin.

—¡Uuuy! —el pequeño calvo cubre su rostro con ambas manos, intentando no romper la pequeña mesa contra la cabezota de Goku. — ¡¿Cómo es posible que seas tan inocente?! ¡¿Acaso no tienes idea de lo que deberías estar haciendo ahora?! ¡Estoy seguro que ni siquiera la...!

—¡Krillin, por favor! —el maestro Roshi se lanza contra Krillin para cubrirle la boca con las dos manos, nervioso. Goku sigue sin entender las extrañas actitudes que ellos dos estaban teniendo. — No le hables así, lo vas a confundir más.