Matrimonio [GoChi]

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10. Una nueva emoción fuerte y molesta

Goku había descubierto la parte mágica de lo que es el matrimonio, lo cuál iba mucho más allá de la deliciosa comida que Milk prepara todos los días para él. Cosas que iban mucho más allá.

Había descubierto que le gusta mucho besar a su esposa. Le gusta mucho estar cerca de su esposa. Le gusta sentir las caricias de su esposa en las noches, cuando se duerme entre sus brazos mientras ella le acaricia el cabello con todo el cuidado y la suavidad del mundo. En el fondo, y en palabras simples, Goku descubrió lo mucho que le gusta su esposa. Y también esa palabra, esposa. Es un poco extraña para él, pero genera cosas en él que le hacen sentir de una manera un tanto diferente.

También, había descubierto que le gusta mucho sentir su piel. Le gusta sentir su aroma, también le gusta jugar con su largo cabello. Le gusta esa forma tan intensa con la que lo mira y como se entrega a él noche tras noche.

Podría decirse que Goku vive en el mundo ideal. Un mundo que hasta entonces le ha hecho muy feliz, infinitamente feliz. Aquella felicidad para él parece ser inmensa e interminable. Parece.

Fue una mañana, cuando Milk le pidió acompañarla al mercado, cuando Goku se enfrentó por primera vez a otro sentimiento diferente, al parecer, una nueva emoción.

Goku camina detrás de ella con las manos detrás de la cabeza mientras sigue a Milk de cerca, ella se desenvuelve con naturalidad en ese ambiente que para él es desconocido. Jamás había estado ahí antes, por lo cuál es bastante extraño. Hay un montón de personas vendiendo todo tipo de cosas, frutas, verduras, pescados, mariscos.

No puede evitar arrugar su nariz.

«Yo puedo pescar un pescado mucho más grande que todos esos» piensa deslizando sus ojos por los diferentes puestos.

Goku se detiene justo detrás de Milk cuando ella también lo hace. Sonríe hacia el vendedor y habla con él con tranquilidad, Goku pestañea con lentitud hacia ella. Piensa en que Milk debe conocer a todas esas personas, mientras que para él, es su primera vez en el dichoso mercado.

Intercambian un par de palabras más, Milk recibe sus compras y agradece al señor de edad mientras él se despide con un asentimiento y una sonrisa. Goku sigue a Milk otra vez.

—Milk —le llama.

—¿Sí? —pregunta ella mientras voltea por sobre su hombro.

—Tengo hambre.

Milk junta sus cejas.

—Por eso vinimos hasta aquí, y por eso te pedí que vinieras conmigo. Son demasiadas compras las que tengo que hacer hoy y no puedo cargar con todas las bolsas yo sola —le explica.

Goku asiente, aunque de todo lo que Milk le ha dicho sólo entiende la palabra “compras”, por otro lado no puede dejar de pensar en el fuerte rugido constante de su estómago.

—¿Pero todavía no nos vamos a casa? —pregunta unos cuantos minutos después.

Milk deja caer sus hombros. Posa sus ojos negros sobre Goku, incluso en sus ojos puede ver el reflejo de la palabra hambre.

—Todavía tengo un par de cosas que comprar, no es suficiente con todo esto —señala las bolsas que lleva en sus manos junto a las que traspasó a manos de Goku.

—Está bien —murmura cabizbajo.

Milk lo mira de reojo por un instante, niega con la cabeza mientras sonríe suavemente. A veces olvida que sigue comportándose como un niño que no conoce casi nada de las cosas básicas de la vida, incluso si ya se ha convertido en todo un hombre.