CAPÍTULO 9 HAREM

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Carolina
No puedo creer lo que está pasando. Mi esposo, en mi propia cara, está invitando a su amante al interior de la casa, ¿a hablar?, por supuesto no les puedo creer, pero destroza mi corazón y no conforme con eso, lo he visto comunicarse con la mirada, con otra de ellas, ambos se han comunicado algo que yo no entiendo, pero no me da tiempo para reaccionar porque él se ha vuelto hacia mí y me dice que los acompañe, me tiende su mano y yo estúpidamente acepto sin protestar, lo único bueno de todo esto es que me alejo de la gente y el ruido. No estoy a gusto.

César nos lleva hacia un pequeño salón, pide que lleven algo de beber para ellos y un vaso con agua para mí. No protesto porque no bebo y al menos tengo que agradecerle que no me obligue a tomar algo que no quiero.

Estoy esperando en silencio para saber que tiene que decir, cuando veo aparecer a aquella morena con cuya mirada se cruzó la de mi esposo en el exterior, pero no viene sola, veo aparecer a otra de sus amantes y a otra y a otra, no son solo las seis que yo conozco, hay más, diez en total.

Lo miro desubicada, quiero una explicación, pero no me la da, se vuelve hacia ellas y las va recibiendo de una en una, y les pide que tomen asiento, todas le sonríen, como si nada pasara, lo que me confirma que no saben unas, acerca de las otras, todas me van saludando a mí también, con una sonrisa en sus labios, ese si es descaro porque todas, a estas alturas saben que yo soy su esposa.

Tengo ganas de salir corriendo y refugiarme en algún lugar solitario a llorar, no lo soporto, pero me contengo porque no quiero que ellas triunfen, aun cuando pienso dejarlo esta noche o mejor dicho en la madrugada, cuando todos estén dormidos, aún sigo siendo su esposa y estoy aquí y él me está avergonzando y humillando.

_ Amor toma mi mano y me obliga a ponerme de pie junto a él. Esta noche es muy especial para mí, porque todas las personas que de verdad aprecio están junto a mí.

Sus palabras me dan asco, él cree que no lo sé y me está ofendiendo.

_ Y a pesar de tener aquí reunido a todo mi harem. - dice con todo el descaro del mundo y me mira a los ojos. _ tu eres y serás siempre, la mujer más importante de mi vida. Y la única.

Lo miro fijamente, creo que no escuché bien, pero él tiene una ligera sonrisa y una expresión que no logro descifrar.

_ Ven, me toma de la mano y nos paramos frente a Reneé que es la primera. Ya te presenté a Reneé, es la encargada de las relaciones públicas de la empresa, por lo tanto, generalmente me acompaña a los eventos a los cuales tú no me puedes acompañar. - no es un reproche el que me hace, más bien me está justificando delante de ellas y no sé por qué se lo agradezco.

_ Por cierto ella siempre ha sabido que estoy casado y que amo a mi esposa. - me mira con ternura, esperando ver mi reacción, pero yo no reacciono, entonces el sigue. _ ella es Samantha. - estamos frente a una distinguida mujer, rubia de cabello corto y aire de sofisticación, que me tiende la mano y me sonríe como si me apreciara. _ es la abogada de la empresa. - dice él. _ y esta noche, está acompañada de su esposo, otro importante abogado.

Yo sigo en shock, y me muevo como una autómata, que por inercia saludo a quien me va presentando, ahora toca el turno a una hermosa mujer de color, que me mira con una sonrisa que hace resplandecer su rostro.

_ Ella es Roxana, una de nuestras mejores ejecutivas, con la cual me reúno con frecuencia, para tratar asuntos de la compañía, esta noche viene acompañada de su esposo y su hijo adolescente que la esperan ahí afuera.

Luego nos detenemos ante otra mujer elegante y hermosa, pero en avanzado estado de embarazo.

_ Te presento a Alejandra mi secretaria, que en estos momentos está de baja por maternidad, y ella. - se dirige a la siguiente, una chica de ojos grandes y cabello oscuro largo, muy hermosa, de hecho, todas son hermosas y elegantes. _ es Rita, que sustituye a Alejandra, mientras ella regresa. Ella me acompaña con frecuencia a algunas citas y reuniones con clientes, debido al exceso de trabajo que ya agobia a mi asistente y Rita le echa la mano. Esta noche, nos acompaña con su novio, que también trabaja en la empresa y espera afuera. Yo la miro, es la chica con la que lo vi y supuse que era otra de sus amantes, pero él me dijo que era su secretaria, no mentía y es, en ese justo momento, que empiezo a darme cuenta, de lo que todo esto significa, de quienes son ellas y de que, cuando decía que eran sus empleadas, eran eso, solo sus empleadas. Me empiezo a sentir como una tonta, pero él no se detiene, ya estamos ante la siguiente chica. _ ella es Julia, mi asistente, que está aquí con su prometido, tendremos boda dentro de unos meses. - yo respondo a su saludo como autómata, ya no escucho nada, ni veo nada. Solo sé que sigue presentándome a las demás y cuando termina de hacer las presentaciones y les empieza a decir algo, escucho sus palabras pero no tengo idea de que dice, porque mis pensamientos ya están lejos de ahí, estoy a punto del llanto porque he sido la tonta más grande del mundo, siempre he tenido a un hombre maravilloso ante mí y no lo había visto o mejor dicho no lo había valorado, en lugar de eso me había dedicado a juzgarlo, a acosarlo con mis irracionales celos, todo por mis inseguridades y no veía que él, jamás sería capaz de engañarme, aun así yo me había formado tantas historias, tantas películas en mi mente, tantos escenarios en donde el me traicionaba. No puedo creer que haya sido tan tonta y tan ciega.

De pronto me doy cuenta de que ellas están saliendo y se están despidiendo de mí, yo sigo como enajenada, respondiendo por inercia. El las acompaña hasta la salida, en el exterior la fiesta sigue en su apogeo, él les dice que se sigan divirtiendo, mientras que yo estoy deshecha, no puedo mirarlo a la cara, me siento tan avergonzada. Me dejo caer en un rincón cubriendo mi rostro con mis manos. Debo de haber actuado como una loca para que el tuviera que hacer esto y abriera mis ojos de está manera, y es que no lo escuchaba de ninguna otra. No puedo más y ya no contengo mis lágrimas, me siento tan mal, quizás él sea el que me deje está noche, no tiene por qué cargar con una mujer como yo. Me hundo de nuevo en el llanto, hasta que escucho su voz.

_ Amor. - me llama.

Levantó la mirada y ahí está. Parado junto a mí, alto e imponente y me extiende su mano con una sonrisa en su rostro.

Yo extiendo mi mano y él la toma y me ayuda a ponerme de pie, me abraza y yo me pierdo entre sus brazos. Aspiro su aroma y es un bálsamo para mí, siempre sosiega mi alma.

_ Vamos arriba. - dice y me toma en sus brazos.

_ Pero ¿tus invitados? ¿tu fiesta? - protestó.

_ Ellos sabían que se quedarían sin mí. - dice. _ además tengo un equipo maravilloso de empleadas que se harán cargo. - no digo más y me aferro a él. Lo amo y no sé cómo reparar el daño que le he hecho a él y a mi matrimonio.

AVISO:
Querid@s lector@s una disculpa por el retraso, estoy pasando por un momento difícil, no se si pueda subir capitulo como acostumbro, lo intentaré, peo si no, lo haré más adelante. Lo siento.

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