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Para cuando llegamos a casa pasaban poco más de las diez de la noche; por cuestiones de seguridad todos viajamos en carros separados, por lo que yo fui la primera en llegar. El efecto de la droga aún estaba en mi sistema y al bajar del auto pude sentir el aire más de lo normal. Mis pupilas dilatas las cubrían unos lentes negros preciosos.
Una sensación similar a la que tuve cuando llegue a la casa de la Bratva me inundo el pecho al bajar del auto y ver la fachada de mi casa con ese imponente escudo en la entrada. Unos pasos se escucharon apresurados y pronto unos brazos me rodearon el cuello, era Alexander el mayor de los gemelos por unos minutos.
-Por favor dime que ya no nos vas a dejar solos con Mickhail- Chillo Alexander. Yo sonreí devolviéndole el abrazo y vi que detrás de él venía Akim, su gemelo quien solo me sonrió. Alexander se quitó de encima mío y sus ojos pintados por una sombra purpura y sus pestañas enchinadas me miraron con alegría.
-Me da gusto verlos a ambos- Dos coches se estacionaron detrás nuestro llamando nuestra atención, mi padre y mi hermano bajaron de cada uno de ellos.
Cuando Mickhail bajo de su auto note como Alexander se trató de ocultar detrás de mí y que Akim se puso a la defensiva. Si bien no estaba enterada del todo respecto a cómo se relacionaban mis hermanos, sabía que los gemelos y Mickhail no se llevaban bien, pero no al grado en que su presencia los incomodara y al parecer mi padre no estaba muy enterado de esto, porque el entro directo a la casa sin siquiera prestarnos atención
Mickhail se acercó agresivamente hacia Alexander quien se encontraba detrás de mí, pero Akim se le atravesó deteniéndolo del hombro para evitar que llegara a su gemelo quien me tenía sujeta del brazo y pude notar que estaba temblando.
-Deberías relajarte hermano- Akim advirtió con un tono hostil- No quieres arruinar el regreso de nuestra hermana con una de tus escenas- Mickhail lo miro furioso por su atrevimiento.
Sea el siglo XV o el siglo XXI en este estilo de vida el respeto hacia tu líder y/o a tus mayores es algo básico y que no tiene por qué perderse con los años o las generaciones, así que esto que estaba haciendo Akim era una total falta de respeto hacia la cabeza de nuestra familia y de la Bratva.
Mi hermano mayor se retiró del agarre del menor y se metió a la casa tragándose la ofensa que Akim acababa de hacerle. Yo me quede expectante de la escena y una vez perdido el mayor por el pasillo los gemelos se relajaron.
- ¿Qué pasa entre ustedes? - Los mire y note como los subordinados que custodiaban la entrada se removieron incomodos- ¿Por qué Mickhail parecía que quería matarte Alexander? -volví a preguntar sin obtener respuesta.
- A él le molesta esto- y se señaló todo el- ¿A ti te molesta que sea así? - me miro con angustia
- ¿Qué seas cómo? - La respuesta era clara, yo la conocía; Alexander siempre fue así, desde pequeño y saber que Mickhail era el único que no podía aceptarlo y que por eso todo este tiempo se han llevado mal me molestaba.
-Que sea gay- Akim le apretó el hombro a su hermano tratando de reconfortarlo y me miro hostil y lo entendía perfectamente, estaba protegiendo a su sangre de su propia sangre, que al parecer no lo aceptaba.
- Por supuesto que no, seria hipócrita de mi parte- los dos relajaron su mirada - ¿Hace cuánto lo saben Padre y Mickhail? - se miraron y esta vez fue Akim quien hablo
- Hace dos años, cuando Alexander dejo de ir a visitarte- Y las cosas cuadraron.
Cuando Alexander dejo de ir a visitarme, Mickhail dijo que no tenía tiempo por la universidad y en su momento le creí, pero ahora puedo entender que ese fue uno de sus castigos, y me atrevo a decir que solo uno de ellos, porque estoy segura que a Padre no le interesa con quien nos acostemos mientras no sea de la segunda familia, pero Mickhail era punto y aparte.
En el momento en que yo me fui y nuestra madre murió los gemelos quedaron a cargo de Mickhail, su crianza y educación era su responsabilidad, mientras que Padre se hacía cargo de la Bratva, su interacción con nosotros era prácticamente nula si no tenía que ver con asuntos de la organización.
-Estoy seguro que sabes lo agresivo que es- continuo Akim- imagina como se transformó cuando encontró a Alexander maquillado – Podía hacerlo, podía imaginarlo, podía sentir prácticamente la situación – Ahora lo tolera un poco más, pero cuando bebe se transforma otra vez- Me retire los lentes y los mire.
-Yo no...- iba a responder cuando fui interrumpida
-No se preocupe señorita, aquí todos hemos tratado de defenderlo hasta donde nos es posible- sentí electricidad recorrer mi columna al oír esa voz, esa voz que me había cautivado cuando tenía trece años y que hasta la fecha podía hacerme vibrar; era esa voz que me hizo aguantar más que nada el Gulag, era la voz que me conforto de todos los abusos y era el dueño de esa voz quien aparecía cuando la droga me hacía alucinar.
Giré para ver al emisor de la voz y lo vi; de pronto el tiempo se quedó ahí congelado unos minutos. Los años le habían pasado factura y aun así se veía joven, galante y estoico, tal como mi yo adolescente lo recordaba, pero ahora con esa insignia que solo se les daba a los guardaespaldas con mayor rango y con más lealtad a la familia pegada en su saco negro.
-Es un placer tenerla de regreso señorita Tonya- Mi nombre sonó tan delicioso en sus labios que las piernas me temblaron
- Anton...- Fue lo único que en ese momento salió de mí.
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¿Cómo están...? Wuaaa Yo estoy muy feliz de por fin publicar el segundo capítulo. Estaba bastante indecisa en cómo hacer que nuestros protagonistas se reencontraran, pero al final esta fue la que gano.
En verdad espero que disfruten esta historia.
El Outfit de referencia sigue siendo el mismo del capítulo anterior.
Nos leemos luego.
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| Arma Perfecta |
RomantizmCuando una mujer nace en las familias de la Bratva, nunca es una decepción, estorbo o maldición; porque, aunque parezca una coincidencia, la familia principal siempre tiene una mujer detrás, igual o más importante y fuerte que el líder; pero nunca e...