When night falls ●°•MinSung•°●

◾ Veintitrés◾

maratón 2/2.

Jisung luego de comer junto a Minho, decidió que ya era hora de irse, sabía que debía dejar que su vecino siguiera estudiando, y él solo lo molestaba.

Aunque mucho no se arrepentía, la había pasado genial.

—Adios, Hyung, cuídese y cierre bien las puertas y las ventanas ¿Si?—Se despidió con una sonrisa.

—Eso debía decírtelo yo—Hizo un puchero, el menor rió.—Como sea, suerte con tus estudios

—Gracias—Sus mejillas se encendieron, Jisung salió de la casa y comenzó a caminar.—Hyung—Lo hizo detenerse y voltear a verlo.—Si algo sucede no dudes en venir

Han sonrió enternecido y asintió.

—Está bien, nos vemos—Se fue a su casa, y hasta que no entró y cerró la puerta, Minho no dejó de mirarlo.

Ingresó a su casa y cerró con seguro, y se permitió respirar hondo.

"No puedo creer que toque a Han Jisung, mi vecino y crush". Pensó aún si lograr asimilarlo del todo. "Encima me la chupó". Se puso rojo y corrió a su cuarto para contarle a Jeongin.

Sería todo una noticia.

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El auto se detuvo frente a él repentinamente, haciéndolo asustarse y voltear a verlo. El vidrio fue bajado y Seungmin se dejó ver.

—Buenas tardes, Hyunjin—Sonrió, el nombrado tragó saliva y sonrió nervioso.

—Buenas tardes, Seungmin...

—Son casi las ocho y no veo que estés dirigiendote a mi casa, así que vine a buscarte

El más alto se tensó.

La verdad es que estaba yendo a su casa para encerrarse y fingir su muerte.

—Ah...Pues, iba a mi casa para buscarme una muda de ropa...Por si me quedaba a dormir—Intentó dar excusas, haciendo a Kim reír.

—¿Quedar a dormir? ¿Crees que te soporto tanto?—Bajó su mirada algo desilusionado.—Pero, si quieres quedarte a dormir en mi casa, no tengo problema—Se encogió de hombros.—Y no es necesario que vayas a buscarte ropa, usarás la mía

—No es mi estilo...

—Me interesa poco, sube al auto—Hyunjin suspiró y rodeó el vehículo y se subió al asiento copiloto, se prendió el cinturón de seguridad y observó hacia la calle por su ventana.

Seungmin lo observó un segundo y decidió manejar.

El recorrido fue silencioso y hasta incómodo. Al llegar a la casa; Mansión, le indicó que bajara y fuera a la entrada mientras el estacionaba.

Se encontró con lo que parecía ser el portero, se lo quedó viendo, vestía de traje y estaba muy centrado en mirar la nada con una expresión aburrida.

—Listo—Se asustó cuando Seungmin apareció a su lado y lo tomó de la cintura. Lo llevó a la entrada de la mansión y pidió que abrieran.

—Buenas noches, jóven Kim—Saludó una chica en la entrada y les dio lugar para ingresar.

Seungmin ni siquiera respondió, simplemente siguió de largo hasta el cuarto y se encerró con Hyunjin allí.

Era la primera vez que el de cabellos largos ingresaba allí, se sorprendió muchísimo al ver los lujos y las decoraciones tan costosas que habían, pero sin embargo el cuarto era simple, un escritorio blanco con cajones, un espejo, un ropero, una cama de dos plazas, una alfombra negra, ventanal, y una mesita con parlantes.

—Quítate la ropa—Ordenó mientras tomaba asiento en la cama. Hyunjin lo miró y bajó su mirada.

Como detestaba ser usado de esa forma.

Con vergüenza se bajó los pantalones y se quitó la remera, luego se deshizo de su ropa interior y sus zapatos. Respiró hondo y se acercó al menor, se sentó sobre su regazo y esperó otra orden.

—Estás mucho más delgado ¿Has estado comiendo?—Tardó en responder, lo miró tan solo un segundo y dirigió su mirada a un collar en su cuello.—Supongo que eso es un no—Bufó.—No me gusta tu cuerpo así, come—Picó su pecho.

—No tengo dinero para comer...

—¿Ah?—Levantó una ceja.—Me dijiste que trabajabas

—Si, pero cuando me llamaste la última vez, estaba en mi jornada de trabajo y como pedí irme de repente, me avisaron que me despidieron en la noche—Se mordió el labio y sus ojos se cristalizaron.

Seungmin se le quedó viendo.

—Bien, entonces te daré dinero a cambio de sexo ¿Te parece?—Hyunjin levantó la mirada indignado.

¿Se veía tan desesperado como para hacerle semejante propuesta?

Pero mucho no podía hacer, de por si ya lo cogía todos los días ¿No sería mejor que le pagara a cambio? Al menos eso lo haría sentir menos mal.

—Bueno...

—Genial, entonces, bien, bájate, iré a buscarte comida—Hyunjin se bajó y esperó a que se fuera de la cama para tomar asiento.

El menor caminó a su ropero y sacó un remerón negro de dentro y se lo entregó.

—Te quiero con eso puesto, si quieres ponte bóxer, pero nada más—Ordenó y se marchó del cuarto.

Hyunjin suspiró y se vistió.

"Al menos me dará de comer".