◾Cinco◾

825 78 81
                                    

Pov Minho.









Desperté a la misma hora como de costumbre, dormía de día y vivía de noche, eso, hasta que llegué la época de clases y los primeros días sea un zombie gracias al intento de cambio de horario para luego volver a dormir antes de las doce de la noche y no a las cinco o seis de la madrugada.

Me estiro en la cama soltando un bostezo, comienzo a estresarme ante calor que me atacó, miré hacía el ventilador que estaba apagado.

Maldita seas, Mamá, te pedí treinta veces que no apagaras el estúpido ventilador ¡No tengo frío, deja de pensar eso porque no es así, joder! Que me tape no significa que muera de frío.

Mi mala cara hizo aparición, la puerta se abrió y mi hermana se asomó, la miró sin cambiar mi expresión.

-¿Recién despiertas y ya estas de mal humor? Que aburrido eres, Honnie-Dijo divertida.

-Déjame-Fruncí el ceño, ella rodó los ojos.-¿Para qué vienes a molestarme tan temprano?

-Minho, son las tres de la tarde

-Es temprano para mi-Dije cruzándo mis brazos y cerrando los ojos, al no recibir una respuesta, abrí uno.-¿Y? Si no dirás nada, vete-Hizo una mueca.

-Solo venía de parte de mamá para avisarte que debes bajar para ayudar a limpiar-Mis ojos se agrandaron.

-No...

-Si-Se fue cerrando la puerta.

Cuando mamá pedía limpiar la casa entre todos, solo significaba una cosa, visitas.

Odio las visitas y no es que me moleste que vengan mis amigos o los de mi hermana, sino los de mi madre no son precisamente las mejores personas, son ignorantes y quejosas, te dan dolor de cabeza y mal humor con solo escuchar sus risas fingidas hacía los malos chistes de mi padre.

Oh, esos chistes, me daban gracia de lo malos que eran.

Entre bufidos y quejidos me levante caminando hacia al baño para asearse y darme una ducha, no pudo evitar tocarme, había despertado con una erección mañanera, cosa que odiaba, por lo que tuvo que bajarlo, era claro en quien pensaba ¿No?

Cuando terminé sali solo en toalla enredada en mi cadera, levanté la mirada y grité aterrado al ver una chica en mi cuarto revisando mi escritorio, ella se dio la vuelta asustada y cerró el cajón rápidamente.

-¿¡Quién eres tu y que haces revisando mis cosas!?-Grité molesto, ignorando la mirada para nada disimulada de la chica sobre mi cuerpo.

¿Quién no lo haría? Tengo un cuerpo que da envidia, mis músculos están marcados, sobre todo en mis brazos, mi abdomen estaba a poco de dejar ver sus espectaculares abdominales, pero esto es solo para hombres, cariño.

-A-Ah...Soy Ryunjin-Sonrió tímida.

¿Tímida? Tímida mis huevos, estabas revisando mis cosas ¡Odio que hagan eso! No escondo nada, que quede claro, pero no me gusta, necesito privacidad ¡Y más con de alguien que ni siquiera conozco!

-¿Por qué revisabas mis cosas?-Fruncí el ceño cruzándome de brazos.

-¡Por nada!-Sonrió nerviosa, levanté una ceja.

-Que gran mentira, dime otra-Suspiró.

-Lo siento, Minho, te estabas tardando en el baño y me aburría-Jugó con sus dedos.

¿Y esta como sabe mi nombre?

-¿Y eso te daba derecho a tocar lo que no debes?-Negó lentamente.-No vuelvas a hacer eso, esta mal, incluso entre gente de confianza-Caminé a mi closet y saqué ropa y luego a mi cajón tomando un bóxer.-Vete, quiero vestirme-Me miró sonrojada, fruncí mi ceño.-Dije que te fueras, opresora-Frunció el ceño ofendida y se fue molesta cerrando la puerta.

When night falls ●°•MinSung•°●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora